HUESCA

La Policía Científica investiga una caldera de gas encontrada entre los restos del edificio

Los especialistas rastrearon ayer palmo a palmo las plantas superiores en medio de montañas de escombros

Una grúa izó a la Policía, acompañada de los bomberos, para revisar la tercera y cuarta plantas.
La Policía Científica investiga una caldera de gas encontrada entre los restos del edificio
JAVIER BLASCO

Fue como buscar una aguja en un pajar. En medio de montañas de escombros y bajo fuertes medidas de seguridad por el riesgo de derrumbe de algún elemento, la Policía inspeccionó ayer palmo a palmo las plantas superiores del bloque de viviendas de Huesca donde el pasado día 23 se produjo una explosión de gas que provocó dos muertos y once heridos.

 

Una unidad de la Comisaría General de la Policía Científica, desplazada desde Madrid, en colaboración con agentes de Huesca, trabajó durante toda la mañana en el edificio siniestrado, el número 20 de la calle de Zacarías Martínez, para revisar los pocos elementos de la instalación de gas que han quedado, tras el derrumbe de las plantas tercera y cuarta como consecuencia de la explosión.

 

Los especialistas se llevaron para analizar una caldera que rescataron entre los escombros. Primero será necesario determinar a qué piso pertenece, ya que aunque apareció en el 3º izquierda, hay que tener en cuenta que sobre esta vivienda cayó la cubierta, el suelo y todo el contenido del del 4º izquierda. Aquí se supone que se produjo la explosión, pues la mujer que vivía en esta casa es la única víctima que presenta quemaduras en su cuerpo.

 

Para acceder a las plantas superiores, los agentes necesitaron dos grúas y dos jaulas y contaron con el apoyo de efectivos del Parque de Bomberos. Fueron izados en las plataformas, a las que permanecían sujetos con arneses, para inspeccionar todo el perímetro y tomar fotografías. Posteriormente, accedieron al interior para rastrear entre los restos del edificio. También entraron en la casa por la escalera de la comunidad de vecinos, donde tuvieron oportunidad de revisar los contadores de gas.

 

Hasta Huesca se habían desplazado el lunes miembros de la Científica que tenían que prestar declaración como peritos en el juicio por el accidente laboral de Harinas Porta. Precisamente uno de los que intervino en la vista oral fue el encargado ayer de dirigir la revisión del edificio.

 

Después de tres horas de reconocimiento, se dio por concluida la investigación policial sobre el terreno, sin descartar que en algún momento haya que regresar para hacer alguna comprobación. Además, se revisarán las cinco bombonas de butano que se sacaron de la casa. Inicialmente se descarta que explotara una de ellas, porque no hubiera provocado daños tan graves.

 

Los agentes de la unidad tenían previsto asimismo entrevistarse con técnicos de la empresa Osca Gas, y el lunes por la tarde empezaron a prestar declaración vecinos del número 20 para informar de cualquier detalle que pudiera servir a la investigación.

 

Una vez que concluyó el trabajo de los expertos policiales, los bomberos levantaron el operativo que han mantenido desde el día del accidente para apuntalar el inmueble y retirar elementos peligrosos. Solo regresarán ocasionalmente si tienen que acompañar a alguno de los vecinos afectados que quieran entrar a sus casas a retirar algunos enseres. Éste sería el caso de los edificios colindantes, los números 18 y 22, y de las dos primeras plantas del 20, ya que la tercera es totalmente inaccesible y la cuarta quedó barrida por la explosión.

 

Aprovechando la inspección policial de ayer, los bomberos recuperaron el pasaporte de un ciudadano marroquí del 3 derecha. Sin embargo, la familia rumana del lado izquierdo deberá volver a tramitar su documentación a través del consulado, ya que resulta imposible recuperar nada de la casa, totalmente inundada por los escombros.

 

Respecto a los heridos, tres personas continúan hospitalizadas. La más grave es la paciente del Miguel Servet de Zaragoza, una mujer española de 41 años que ha sido trasladada a la UCI de Traumatología. En el San Jorge de Huesca están otra mujer de 47 años, de nacionalidad marroquí, ingresada en planta; y un ciudadano senegalés de 51, que el sábado tuvo que ser trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos.