El San Jorge cambiará el sistema de acceso a Urgencias por la masificación

El nuevo modelo, que ya se aplica en otros hospitales aragoneses, clasifica a los pacientes según una puntuación para evitar que los casos más graves tengan que esperar

Una aplicación informática sustituirá las anotaciones en un libro. En la foto, trabajadores de Urgencias, entre ellos Jesús Recreo.
El San Jorge cambiará el sistema de acceso a Urgencias por la masificación
JAVIER BLASCO

El servicio de Urgencias del Hospital San Jorge de Huesca recibe cada día más pacientes. Para afrontar la masificación, el centro va a poner en marcha en las próximas semanas un nuevo sistema de acceso que ya funciona en otros hospitales aragoneses. Este modelo, que utiliza una aplicación informática, permite clasificar a los enfermos en función de la gravedad para priorizar la asistencia sanitaria.


El servicio atiende diariamente un centenar de urgencias, que se pueden incrementar en un 50% en momentos puntuales. Los picos que se dan a determinadas horas y en determinados días pueden provocar demoras que se quieren evitar para los casos más graves. “Hasta que no vemos al enfermo no sabemos si era el primero al que deberíamos haber atendido, porque para detectar la gravedad hay que entrar en contacto con el paciente”, explica el jefe de Urgencias del Hospital San Jorge, Jesús Recreo. “Si llega uno a las cinco de la madrugada puede que lo veamos al instante. Pero a las doce del mediodía o a la una probablemente tendrá que esperar”, añade.


Actualmente, un administrativo es el primero que entra en contacto con el paciente e indica a los sanitarios si en la sala de espera hay un enfermo con un dolor de muelas o con fiebre alta, una clasificación que no responde a criterios científicos.


El nuevo sistema realiza lo que los sanitarios llaman “un triaje”, es decir, ordena a los enfermos de acuerdo a una puntuación que va de 1 a 5 en función de su gravedad. Comienza con una entrevista con un médico o una enfermera basada en los síntomas que describe y en sus constantes vitales (pulso, tensión, temperatura o saturación de oxígeno). Estos datos permiten conocer qué persona está potencialmente más grave y por lo tanto requiere ser vista antes.


El cuestionario se realiza a través de una aplicación informática para unificar criterios. Se introduce en el ordenador el síntoma guía, por ejemplo, un dolor torácico, y el programa va haciendo preguntas sobre si se fatiga o tiene bien la tensión. En virtud de los resultados, en un par de minutos se otorga una puntuación. Un paciente tipificado con el 1 supone un riesgo vital que exige asistencia inmediata; el 2 permite unos minutos de demora; en el 3 la atención se puede retrasar algo más, y en el 4 y 5 su vida no corre peligro por lo que puede esperar.


Cursos de preparación

El personal, por grupos, está realizando estos días un curso para ensayar la aplicación. A mitad del próximo mes concluirá el periodo de formación, y a partir de ese momento se puede poner el marcha el sistema. Ya funciona en los grandes hospitales, como el Miguel Servet y el Clínico de Zaragoza, los que más sufren la masificación. También se aplica en el de Barbastro desde que acabaron las obras de reforma de Urgencias. El modelo informático que se está implantando en Aragón ya se utiliza desde hace años en otras comunidades.


El jefe de Urgencias del San Jorge asegura que la necesidad de poner en marcha un sistema de clasificación estructurado se debe a que cada día llegan más pacientes y hay que salir al paso de la masificación en determinadas épocas o a determinadas horas del día. Eso sí, Jesús Recreo aclara que “nunca se va a mandar a un enfermo a otro nivel asistencial”, es decir, no se le remitirá a su médico de cabecera aunque se considere que su caso no es grave. “El triaje intenta que el que no puede esperar, no espere, a costa de que lógicamente algún enfermo tenga que esperar un poco más, pero será porque puede hacerlo. Hace 15 años hablar de triaje hubiera sido una tontería porque un enfermo llegaba y entraba”.


La aplicación informática permitirá además obtener una serie de datos, como los tiempos de espera y los días y horas de mayor concentración, que ahora se recogen manualmente. Son muy importantes para mejorar la gestión reforzando por ejemplo con más personal alguna banda horaria.