El Consejo General de Arán puso ayer en marcha una operación para capturar a la osa Hvala que atacó el jueves a un cazador en Lés (Lérida), causándole heridas en un brazo y una pierna.

Tras el ataque, el Síndico de Arán, Francès Boya, reclamó que se retiraran todos los ejemplares de oso que hay en valle para evitar que se repitan episodios de ataques a personas. El cuerpo de guardas de Medio Ambiente inició ayer mismo las batidas para encontrar al plantígrado, procedente de Eslovenia y que fue reintroducido en el Pirineo en 2006. El Consejo General de Arán movilizó todos los medios personales y materiales que tiene a su disposición, e incluso solicitó la colaboración de los Agentes Rurales de la Generalitat y del equipo técnico de seguimiento del oso de la administración francesa.

El Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat confirmó que a partir de hoy colaborará en esta tarea, pero con el único objetivo de comprobar el estado de salud del plantígrado. Y es que los técnicos temen que la osa pueda estar herida y que esta sea la causa de que atacara al cazador. Además, la Generalitat quiere ver también si cerca de Hvala, que es una osa eslovena de seis años y unos 100 kilos de peso, se encuentran sus dos cachorros, Polem y Bambou.

Las reacciones tanto a la agresión del oso al cazador como a la medida del Consejo General de Arán de capturarlo han sido muchas y muy diversas. Por un lado, las asociaciones agrarias, como la de Oveja Aranesa o Asaja, se unen a la petición del Síndico e incluso reclaman una reserva acotada para el oso. Por otro, las agrupaciones ecologistas, que piden "calma" y "prudencia", y califican de "injusta y desmesurada" la respuesta del Consejo General de Arán. Además, Ipcena, advierte que es un delito capturar al oso porque es una especie protegida y amenaza con emprender acciones legales si se lleva adelante.