HUESCA

El visto bueno al convenio de harineras fija el derribo de las dos fábricas en abril de 2011

Último trámite del acuerdo entre Ayuntamiento de Huesca y propietarios para la construcción de 1.300 viviendas

La cuenta atrás para la desaparición de las dos harineras del centro de Huesca ha comenzado. La comisión municipal de Urbanismo dio ayer, con los votos del equipo de gobierno PSOE-PAR y del PP, el visto bueno al convenio urbanístico del polígono, que pasará por su último trámite con la aprobación en pleno.


El traslado y derribo de las industrias, que el acuerdo fija para abril de 2011 como plazo máximo, dará paso a la construcción de 1.300 viviendas libres en 8 hectáreas de suelo delimitadas por la calle de Gil Cávez y la avenida de Martínez de Velasco y por la estación intermodal y el antiguo trazado de la vía ferroviaria. Dos torres de 17 plantas que se ubicarán en las esquinas serán el referente de la nueva urbanización, donde se edificarán además varios bloques de nueve y de 15 alturas.


El convenio entre el Ayuntamiento y los propietarios mayoritarios del suelo se firmó en abril de este año, después de un largo tiempo de negociaciones a partir de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en 2003. Este plan fijó para el polígono una alta edificabilidad, la mayor de la ciudad, con el objetivo de que las plusvalías conseguidas con la venta de los pisos permitieran pagar la indemnización a las dos grandes empresas: Harinas Porta y Harinera Villamayor.


Indemnizaciones


El convenio fija, entre las indemnizaciones por traslado y las compensaciones por los inmuebles y máquinas, 15,5 millones de euros para Porta y 16,7 millones para Villamayor. A cambio, el Ayuntamiento pidió a los promotores la construcción de 300 VPO, la cesión del 10% de edificabilidad que por ley le corresponde y la construcción de un paso subterráneo para salvar la vía del tren. Pero se llegó a un convenio de mínimos en el que el Ayuntamiento solo obtiene el 10% que fija la ley.


En todo caso, el alcalde de Huesca, el socialista Fernando Elboj, afirmó ayer que "se trata de un buen convenio que garantiza que el plan especial se desarrolle sin que surjan grandes discrepancias y que garantiza que las obras se lleven a cabo". Es el propio acuerdo el que fija los plazos de actuación de forma que el plan especial debe ratificarse a los 12 meses desde la aprobación inicial del convenio (pleno del 14 de abril de este año), lo que supone que las directrices urbanísticas del polígono de harineras han de estar aprobadas definitivamente el 15 de abril de 2009 como máximo. Esta fecha es obligada, ya que si se incumple, el convenio que tanto ha costado sacar adelante quedará sin efecto.


El convenio y el plan urbanístico, aprobado inicialmente en mayo, han estado en exposición pública. En el informe sobre las alegaciones presentadas al convenio, los técnicos municipales consideran "conveniente" que los promotores realicen un estudio hidrogeológico del área que determine la viabilidad de las construcciones previstas y las posibles afecciones a propiedades colindantes.


Parquin subterráneo


Más largo es el proceso del plan especial, que marca las pautas de desarrollo del polígono. La comisión de Urbanismo vio ayer el informe de las alegaciones presentadas a este plan. Los técnicos han rechazado los argumentos de los propietarios adscritos al convenio contra la construcción de un aparcamiento subterráneo a su cargo, una de las correcciones impuestas por el Ayuntamiento al plan especial. Según el informe municipal, el modelo urbanístico planteado "no es compatible con el aparcamiento en espacio público en superficie".


Elboj, que preside el área de Urbanismo, afirmó ayer en rueda de prensa que en la superficie del polígono "primará lo peatonal para compensar los volúmenes y las alturas de los edificios. "Hay que impedir que los coches se apoderen del espacio en contra del peatón y todo el aparcamiento viario estará bajo el suelo", añadió.


El plan especial se enviará ahora a la Comisión de Ordenación del Territorio del Gobierno de Aragón, desde donde volverá al Ayuntamiento para su aprobación definitiva, antes del 15 de abril. A partir de ahí, el reloj de los 24 meses empezará a contar.