HUESCA

Ultimátum a un vecino de Fañanás por desatender a 22 perros desnutridos

Si la situación de los canes no mejora hoy mismo, la Diputación General se los llevará.

El departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón ha dado un ultimátum a un vecino de Fañanás, localidad dependiente del Alcalá del Obispo, para que alimente y mejore la situación sanitaria de 22 perros que viven hacinados en un cobertizo de tan solo 25 metros cuadrados y en una vieja furgoneta. El propietario, G. M. R. O. -ex alcalde del municipio-, tiene de plazo hasta hoy para modificar las condiciones de habitabilidad de los animales ya que en caso de que la situación persista, los veterinarios del departamento se llevarán a los canes a la perrera provincial.


Agricultura tuvo conocimiento de los hechos el lunes gracias a una denuncia del Seprona, que el día 9 de mayo, durante una patrulla por Fañanás, descubrió en la zona conocida como el paraje El Molino la penosa situación de los animales. Los agentes, según fuentes de la Guardia Civil, hallaron 2 cachorros de solo tres meses dentro de una furgoneta abandonada sin agua ni comida y compartiendo habitáculo con aperos de labranza, con lo cual su posibilidad de movilidad era prácticamente nula. Además, en un pequeño cobertizo anejo, construido con bloques de cemento y sin techo, encontraron otros 18 perros de distintas edades y sexos que, debido a la falta de espacio, presentaban graves lesiones por continuas agresiones entre ellos. La caseta estaba llena de barro, agua y heces. También contabilizaron 2 perros más sueltos por los alrededores. Por último, a escasos metros de la caseta, descubrieron un esqueleto incompleto de un perro que podría haber sido devorado por los otros canes.


Los agentes del Seprona entregaron las diligencias en el servicio provincial de Agricultura para que actuara y, mientras tanto, convencieron al actual alcalde de Alcalá del Obispo para que alimentara a los perros hasta que se solventara la situación. De hecho, ayer había varios sacos vacíos de pienso junto a la caseta.


Fuentes de Agricultura señalaron ayer que tras recibir la denuncia del Seprona, se personaron en el lugar los veterinarios del departamento, que constataron las múltiples deficiencias en higiene y alimentación de los canes.


El servicio provincial averiguó la identidad del propietario y el miércoles un funcionario acudió a su lugar de trabajo en Zaragoza para notificarle la resolución, que le emplaza a alimentar y a mejorar la situación sanitaria de los canes en 48 horas. El plazo expira hoy a las 12.00 y será entonces cuando los veterinarios vuelvan para comprobar si ha variado su situación. En caso contrario, procederán al decomiso de los perros con una orden del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo.


En este sentido, ya han empezado a hacer gestiones con el Ayuntamiento de Alcalá del Obispo, la Comarca de la Hoya y la Diputación Provincial con el objetivo de encontrarles espacio en una perrera o en alguna protectora de animales. Además, la DGA y el consistorio iniciarían los trámites para clausurar las instalaciones.


Los hechos constituyen una presunta infracción grave de la ley de Protección Animal por "mantener a los animales en condiciones inadecuadas desde el punto de vista higiénico-sanitario, impropias para su cuidado y atención, de acuerdo con sus necesidades fisiológicas y etológicas, siempre que se les haya causado lesiones, enfermedades o la muerte", que establece, entre otras sanciones, una multa económica de 601 a 6.000 euros.