Un centro en el que los niños más pequeños puedan divertirse es el principal reclamo de la plataforma Centro 0-3, que se ha constituido en la ciudad de Huesca desde hace varias semanas. “Surge de la necesidad que hemos detectado bastantes familias con niños menores de tres años. Es una petición constante en los padres y madres, ya que se trata de un colectivo con necesidades muy específicas al que creemos que no se le presta la suficiente atención”, explica María Pamplona como portavoz de la plataforma, que está recogiendo firmas a través de la web Change.org y en varios establecimientos de la ciudad, contando ya en torno a las 700.

“La labor que realizan las ludotecas municipales, tanto Candeleta como Cascabillo, es fundamental, pero sus opciones de ocio no están adaptadas a los más pequeños, se centran en las edades escolares”, comenta Pamplona en nombre de la plataforma, que agrupa actualmente a nueve familias, pero destaca que se trata de una demanda en alza y ya no solo para los padres y madres, sino también para abuelos y abuelas y todos aquellos que estén al cuidado de los pequeños. “En la actualidad, más de mil bebés oscenses carecen de lugar específico para su ocio y las actividades que se programan desde el Ayuntamiento se dirigen, principalmente, a los niños y niñas en edades escolares, es decir, a partir de los tres años”, denuncian desde Centro 0-3 años.

Esas inquietudes las trasladaron al Ayuntamiento de Huesca en una reciente reunión con el concejal de Infancia del consistorio oscense, Antonio Sanclemente, que aseguran, acogió de manera positiva su petición. “La reunión fue muy cordial, y el concejal admitió que también que existía esa necesidad, por lo que estudiaría la petición, en base a los medios y recursos con los que cuentan”, dicen desde la agrupación de familias, que argumentan también que se trata de “una inversión humana pero que también podría dotar a la ciudad de gran visibilidad y notoriedad desde el punto de vista social, económico y cultural”.

Como referentes tienen los espacios bebés que hay en ciudades como Zaragoza, así como otros espacios de ocio infantiles. “Hay también centros de ocio más específicos, dedicados a los juegos, a la literatura infantil”, explica María Pamplona. “También Monzón cuenta con una ludoteca que abre los fines de semana, y otras ciudades como Lérida y Pamplona ya que se trata de una tendencia al alza”, añade, explicando también que generalmente cuando una familia con niños en esta edad hace turismo en una ciudad se suele interesar por las opciones de este tipo con las que cuenta el lugar.

“Este proyecto comprometería prácticamente a la totalidad de las áreas del consistorio puesto que las intervenciones que suponen serían transversales. Por ejemplo, el turismo familiar que visita la capital demanda actividades y lugares de ocio para toda la familia, la programación cultural en otras ciudades cada vez más incluye actividades para los más pequeños...”, justifican. Por ello, la petición ya no es solo para la creación de un centro, que puede ser más complicado, sino para que se piense también en los más pequeños a la hora de idear la programación infantil. “De forma privada sí que se llevan a cabo algunas iniciativas, pero se trata de cosas muy puntuales y de pago. Nos gustaría contar con más opciones abiertas a todo el mundo”.

Además, en algunas ocasiones, estas familias cuentan con varios hijos de diferentes edades, ya no solo menores de 3 años, sino con uno mayor, para el que sí se programan más actividades de cara a su entretenimiento, pero que resultan difícil de compaginar con el cuidado de los pequeños. “Los padres hemos vivido otro tipo de ocio cuando éramos pequeños, por lo que ahora lo que queremos es compartirlo al máximo con nuestros hijos, y por eso creo que esta demanda va a seguir en alza”, asegura Pamplona.