Tres años de cárcel por importar un kilo de cocaína de Venezuela oculto en maquinaria agrícola

El paquete sospechoso en un supuesto motor de picar trigo fue interceptado en el aeropuerto londinense de Heathrow.

La Audiencia Provincial ha condenado a un hombre de 47 años de edad y vecino de Huesca a una pena de tres años de prisión por importar desde Venezuela un kilo de cocaína oculto en maquinaria agrícola que podría haber alcanzando un valor cercano a los 100.000 euros en el mercado ilícito.

La sentencia considera probado que el 18 de febrero de 2016, tuvo entrada en las instalaciones de aduanas del aeropuerto de Heathrow (Londres) un paquete procedente de Caracas (Venezuela) que teóricamente contenía en su interior un motor para picar trigo a nombre del acusado «quien puesto en común con la remitente, conocía el contenido del mismo», señala el fallo.

Las autoridades policiales británicas sospecharon del paquete y tras un primer análisis comprobaron que en su interior contenía cocaína. Entonces, solicitaron a través de la Europol una entrega vigilada del mismo, que fue autorizada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Huesca.

Así, el 27 de febrero, un comandante de la compañía British Airways trasladó el paquete en un vuelo al aeropuerto del Prat de Llobregat (Barcelona), donde se lo entregó a agentes del Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional, quienes a su vez se lo hicieron llegar a sus compañeros de la comisaría de Huesca. Estos últimos lo llevaron a la oficina de la empresa de transporte con la que teóricamente se había contratado el envío, donde el 29 de febrero se personó el acusado. Tras identificarse con su DNI y firmar el albarán de recepción, fue detenido. El juzgado autorizó la apertura del paquete, donde hallaron 971,98 gramos de cocaína con una pureza del 67,95%.

La Fiscalía había solicitado en un principio una condena de seis años de prisión por un delito contra la salud pública, pero al inicio del juicio llegó a un acuerdo con la defensa para rebajar la pena a tres años al aplicar la atenuante de drogadicción ya que el acusado era consumidor de cocaína.

Según informaron en su día desde la Policía Nacional, para no levantar sospechas, el procesado decía regentar un falso negocio de venta de piezas de motores, que anunciaba por internet y para lo que incluso se había dado de alta como autónomo. La investigación determinó que el destino final de la cocaína era Barcelona, donde poseía un domicilio en el que almacenaba la droga y a través del que la distribuía. Allí se encontró numerosa documentación y materiales e instrumental destinados a la venta.

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