Un mar en el Valle de Benasque

Como si se tratase de un mar en el que las olas rompen una y otra vez formando una capa de espuma. Así se percibe la niebla si la contemplamos desde arriba. Porque la llegada del otoño ha instalado este fenómeno meteorológico en el valle de Benasque, que durante las primeras horas del día esconde el bonito paisaje de esta zona del Pirineo aragonés, el cual, según avanza la jornada, va apareciendo de entre la bruma. Un proceso que han captado con sus objetivos la pareja de fotógrafos Mario Carpi y Raquel Cubero, que a través de la técnica 'time lapse' lo convierten en un auténtico espectáculo.

Esta forma de fotografía consiste en unir muchas imágenes tomadas desde un mismo punto, con un intervalo de tiempo muy pequeño, para que al presentarlas de manera seguida, muestren movimiento, casi como si fuera un vídeo.

En este caso, ese punto fijo elegido por Carpi y Cubero fue la localidad de Chía, en concreto un mirador desde le que se puede ver una panorámica del valle, escondido bajo la niebla en este caso. “Nuestra intención era hacer una excursión al Valle de Estós, y pasado el congosto de Ventamillo nos encontramos con la niebla, que nos hizo pensar en que el efecto desde arriba podría ser bonito. Por lo que subimos a Chía y esperamos a que saliera el sol”, relata Carpi, que se encontró así con paisajes para un nuevo vídeo sin planearlo. “Siempre solemos viajar con los equipos, lo que en ocasiones nos hace cambiar nuestros planes”, añade.

Después del trabajo de edición, acompañado de la canción Open Window de David Szesztay, el resultado es un vídeo de apenas un minuto, en el que se alternan varias perspectivas, todas de gran belleza. Tan espectaculares, que rápidamente se ha movido por las redes sociales, especialmente en la Ribagorza, como buena muestra de las riquezas con las que cuenta su territorio.

Mario Carpi y Raquel Cubero ya son especialistas en sacar la parte más estética de la naturaleza a través de esta técnica, pues recientemente completaron una colaboración con la comarca de la Hoya de Huesca. En ella, mostraban el paso de las cuatro estaciones por esta parte de la provincia altoragonesa, siempre encadenando fotografías a través de un plano fijo. Así, sus objetivos vieron florecer los cerezos, cosechar el cereal, caer la hojas y llegar las nieves como un reclamo más para la llegada de visitantes a esta zona, durante todo el año.