Atreverse a recorrer mundo sobre dos ruedas

“La gente asocia viajar en bicicleta con dormir en tiendas de campaña o hacerse su propia comida, pero no tiene nada que ver. Es una opción dentro de las muchas que ofrece este tipo de viajes, que también pueden estar muy alejadas ”, explica Sandra Cuello, creadora del portal ‘Sendero Alternativo’, con el que se pretende fijar un punto de encuentro para los amantes de las dos ruedas que pretendan emprender una ruta de varios días con este medio, con el fin de poder solucionar dudas y compartir experiencias. “Está enfocado especialmente a mujeres, independientemente de su edad. Pero he notado que tenemos más inseguridades a la hora de emprender algo así, que se plantean a la hora de viajar, ya que pueden surgir más dudas y existen menos referentes”, explica esta joven monegrina graduada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, que guiada también por el auge de la práctica del ciclismo en sus diferentes variantes, acaba de lanzar la página web.

En ella se presenta una doble faceta, la de una parte de ‘blog’ que Cuello actualizará semanalmente, intentando resolver las dudas habituales que pueden surgir a la hora de emprender un viaje. “Se centrarán en el entrenamiento, en la preparación de la bici, del material...”, dice su creadora, que apunta a aspectos como la altura del sillín o el peso de las alforjas dentro de esas dudas frecuentes que irá resolviendo, a partir también de los testimonios de otros viajeros, que podrán compartirlas en el propio portal. De hecho, en sus primeras entradas habla de los mejores blogs enfocados al cicloturismo o presenta diez razones para viajar en bicicleta.

Por otro lado, y quizás como aspecto más innovador entre otros portales dedicados al sector, ofrece una consultoría personalizada a toda persona que quiera emprender un viaje en bicicleta, presentando de manera individualizada todos esos aspectos más generales que se incluyen en el blog, e incluso poniendo en contacto a gente con características similares para que puedan ir juntos. “Primero se lleva a cabo un cuestionario inicial, y después se concreta una entrevista mediante videollamada para fijar los objetivos, atender al nivel de preparación con el que lo afronta y su disponibilidad”. A partir de ahí, Cuello realiza un plan de acción, con los pasos que tiene que hacer y los recursos necesarios, además de los mejores destinos, ajustados a su necesidad, según duración, desnivel, intensidad...”. El ámbito en que se mueve es mundial, planeando viajes por cualquier país, pero también por el Pirineo aragonés o cualquier punto de la península.

“No tiene que ser siempre un viaje de autosuficiencia, que suponga un gran sacrificio y sufrimiento. Puedes viajar en bicicleta, pero luego dormir en hoteles de 4 estrellas, acompañado de un coche escoba. O moverte solo por la mañana y por la tarde centrarte en hacer turismo y conocer la ciudad o aspectos más culturales”, destaca Cuello, pensando especialmente en esa gente a la que le puede echar atrás el sentir que no está suficientemente preparada, o preferir algo más relajado, ya que, asegura, todo se puede adaptar a cada necesidad, incluso utilizando bicicletas eléctricas.

Ella misma toma como referencia su propia experiencia, ya que fue a  un viaje a Cuba en bicicleta junto a dos amigas lo que le descubrió todo lo que puede aportar el moverse sobre dos ruedas en territorio desconocido. “Con una buena planificación, es una forma tan segura y cómoda como cualquiera de viajar”, dice, e incluso llega a calificarla de “mucho más gratificante”. “Llegas a sitios que no son turísticos, y que te permiten conocer la verdadera realidad del país. Había hecho más viajes, pero este me ofreció una visión nueva, que pensé que tenía que contar y fomentar para que la conociera todo el mundo”, explica Cuello, considerando precisamente ese viaje como una semilla importante para la creación de ‘Sendero Alternativo’.

Pero por encima de todo, más allá de ese asesoramiento, plantea como gran objetivo, que aquellas usuarias que contraten su asesoría no solo encuentren un plan de acción para los quince días que dura el viaje, “sino que puedan adoptar esos hábitos como propios durante todo el año”.