JUEGOS DE INVIERNO

Hereu desiste y Aragón prosigue porque precisa "poca inversión"

El alcalde de Barcelona dice que no es prioritario y Manuel Blasco cree que la decisión catalana es "su sentencia de muerte".

Sumido en una grave crisis política en el Consistorio acuciada por la delicada situación económica, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, quien en enero se sacó de la chistera la candidatura a los Juegos Olímpicos de Invierno 2022 como su proyecto estrella, ahora -desbordado por las circunstancias- ha tenido que echar marcha atrás y despertar de su sueño olímpico. Frente a la declaración de prioritario de hace apenas dos meses, el martes simplemente dijo que sigue en su agenda, lo que ha sido interpretado por los dirigentes aragoneses como "la sentencia de muerte" de la candidatura catalana. No obstante, Aragón ni siquiera se plantea frenar este proyecto, pese a la crisis. Según fuentes de la DGA y del Ayuntamiento de Zaragoza, las aspiraciones siguen intactas. "La candidatura requiere pocas inversiones a corto plazo", coinciden desde ambas administraciones.

"Es un proyecto que trasciende de la ciudad, es de país y tiene por delante un largo camino. No es la prioridad para la ciudad y tampoco la mía. Mi dedicación irá a solventar los problemas de los ciudadanos", argumentó en la presentación de su remozado gobierno. Entre los motivos que le han llevado a relegar el proyecto, Hereu esgrimió las dificultades del sector público para hacer inversiones.

Para Aragón, sin embargo, este recorte inversor parece no afectarle para sus aspiraciones olímpicas. Tanto la DGA como el Ayuntamiento de Zaragoza se escudan en que es un proyecto "a largo plazo" que no requiere inversiones a corto y confían en que en unos años el panorama económico mejore. Fuentes de la DGA recordaron que las inversiones en el sector de la nieve "tienen ya una planificación al margen de los Juegos y lo más costoso ya está hecho". El consejero de Grandes Proyectos del Ayuntamiento, Jerónimo Blasco, fue más allá y aseguró que "el pequeño gasto" que se necesita ahora se va a cubrir con patrocinios. Además, recalcó que "el 90% del trabajo está hecho gracias a las anteriores candidaturas" y que las grandes inversiones no se prevén hasta 2018. "Nuestra candidatura es austera", defendió.

El consejero de Deportes, Manuel Blasco, atribuyó la decisión de Hereu a "un síntoma de debilidad de una candidatura sin consenso". "Zaragoza no se plantea dejar de ser candidata, sino trabajar en el proyecto. Comparativamente, el de Barcelona no tenía apoyo político y socialmente estaba poco trabajado, lo que es su sentencia de muerte", recalcó Blasco, que recordó que este proyecto, junto a Expo Paisajes y el estadio "genera empleos e inversiones y son una posibilidad de desarrollo".

La coalición PSOE-PAR solo encontró el apoyo del PP para seguir adelante con este proyecto. CHA e IU exigieron que Aragón se retire. El PP interpretó la marcha atrás de Hereu "en un contexto en el que su ciudadanía no cree en el proyecto, no tiene consenso político y ha perdido el referendum de la Diagonal", según dijo el concejal Sebastián Contín. "Aquí hay consenso en las administraciones y en la mayoría de los partidos, solo los minoritarios se han quedado fuera", dijo Contín.

CHA e IU, que fueron los que no apoyaron el impulso de Zaragoza-Pirineos, pidieron a Belloch un gesto similar. "Los alcaldes tienen que aplicar el sentido común, y ahora no es el momento de gastar el dinero en una candidatura a los Juegos Olímpicos", dijo Juan Martín (CHA). José Manuel Alonso (IU) apuntó que su formación pedirá "que se abandone el proyecto de los Juegos" y que el equipo de Gobierno muestre "sensatez" con los recortes que va a aplicar. De momento, el día 27 se constituirá el consorcio y en verano, habrá un avance de la candidatura.