INCENDIOS

Guerra informática contra el fuego

En la sala de crisis del 112 los técnicos analizan desde el pasado miércoles los distintos escenarios de las incendios y fijan estrategias.
Guerra informática contra el fuego
j. c. arcos

ZARAGOZA. Tras un cristal con la frase 'sala de crisis' impresa, siete personas, entre ellas, el director general de Gestión Forestal, Alberto Contreras, y varios técnicos de Medio Ambiente trazan sin descanso las estrategias para poner fin a los incendios que desde el pasado miércoles castigan a la provincia de Teruel. Sobre la mesa, planos, informes, papeles escritos a mano, fotografías... y en una auxiliar, bolsas con bocadillos y una caja de cerezas. El fuego tampoco da tregua en la sede del 112.

En dos pantallas de ordenador, los técnicos analizan casi al minuto todas las variables que van a condicionar el desarrollo de las llamas: la orientación del viento, la posibilidad de tormentas y probabilidad de lluvias, las temperaturas, el tipo de vegetación en la zona afectada, el número de efectivos que hay en cada momento... En algunos casos, con vistas a diez días. Varios programas informáticos basados en fórmulas matemáticas permiten simular además diferentes situaciones.

El jefe de servicio de gestión de incendios forestales, Miguel Ángel Clavero, que lleva desde el miércoles sin dormir, advierte, mientras mira una pantalla, de que por la tarde a las 20.00 (de ayer) el viento en Aliaga -el incendio más grande y complicado- soplará a 18 kilómetros por hora (el día del fuego alcanzó los 90) y en dirección oeste. Pero a las 8.00 de hoy cambiará y será suroeste, más seco. "Esto nos permite saber hacia dónde va a ir el fuego y dónde podemos colocar los cortafuegos", explica. "Así, se van dando las órdenes", comenta.

Las tormentas sí darán una tregua. De momento, no se esperan, aunque fueron las causantes de la casi veintena de incendios que se desataron el miércoles en Aragón. "El rayo no provoca de forma inmediata el fuego. Hemos tenido algunos que, según la zona, han estado latentes y calentando la tierra cuatro días. En el caso de estos de Teruel comenzaron a despertar a las 12.00 del miércoles", explica. De hecho, ese mismo día por la mañana pronto se replegaron todos los efectivos aragoneses que había en Tarragona y se empezaron a formar cuadrillas desde el norte de la Comunidad hacia Teruel. "Temíamos lo peor, con la combinación de rayos, calor y viento...", dice Clavero, que recalca que los técnicos más jóvenes nunca habían vivido una situación como esta y hay que coordinar todo.

Mientras, unos metros más allá de la 'sala de crisis', el consejero Rogelio Silva organiza el operativo de evacuación de los pueblos afectados. Ni un respiro. Gesticula, mira papeles, hace llamadas, habla con el director general de Interior, Javier Artajo. "Mira la ficha del campamento desalojado", indica. Alberto Contreras aprovecha un pequeño descanso para comerse un bocata. Son las 14.00 y todavía queda mucho día por delante.