NIEVE

En el Pirineo ya hay tanta nieve acumulada como la temporada pasada a mitad de enero

Los datos que maneja la Confederación Hidrográfica del Ebro confirman que el inicio de la temporada está siendo especialmente esperanzador tanto para las estaciones de esquí como para los agricultores que en verano regarán sus campos con los caudales del deshielo. Según las estimaciones del organismo de cuenca, actualmente en el Pirineo hay el triple de nieve que lo que marca la media de los últimos cinco años.


Si se compara la evolución de las reservas de este año respecto a las del pasado, se comprueba que el manto blanco actual es unas 30 veces mayor que el de 2007. De hecho, en la campaña anterior hubo que esperar a mi-tades del mes de enero para alcanzar la cantidad de nieve acumulada en este comienzo de noviembre.


Siempre según los cálculos de la CHE, que no se basan en mediciones reales sino en lo que indican los modelos matemáticos, el pasado 2 de noviembre las cuencas de los ríos Pirenaicos almacenaban más de 600 hectómetros cúbicos de nieve. En la misma fecha de 2007, esa cifra se quedaba en unos 20 hectómetros, un volumen prácticamente testimonial, mientras que el promedio de los últimos cinco años se sitúa en algo menos de 200 hectómetros.


Analizando la evolución de las reservas de nieve durante el otoño y el invierno pasados, se observa que las primeras nevadas importantes cayeron a mitad de noviembre. Aunque dejaron poco más de 150 hectómetros cúbicos, fueron suficientes para que las estaciones pudieran abrir en el puente de la Constitución -eso sí, con muy pocas pistas en condiciones-.


A mitad de diciembre volvió a nevar copiosamente, lo que lanzó definitivamente una temporada bastante satisfactoria para los empresarios turísticos de los distintos valles pirenaicos -la valoración final osciló entre "muy buena" y "aceptable"-. Con todo, hasta mediados del mes de enero no se llegó a los 600 hectómetros cúbicos de nieve actuales, aunque posteriormente esa cantidad se sobrepasó ampliamente hasta llegar a los 1.300 hectómetros a finales de abril.


En cuanto a la evolución media de las reservas en los últimos cinco años, un indicador que permite hacer comparaciones más significativas, los datos de la Confederación muestran que lo normal sería que a principios de noviembre hubiera acumulados unos 200 hectómetros, la tercera parte de lo que se ha almacenado.


Ese promedio del último lustro indica también que los 600 hectómetros actuales no se suelen alcanzar hasta comienzos del mes de diciembre, coincidiendo con el puente de la Constitución. Siempre según las estadísticas de la CHE, lo habitual es que desde esa fecha las reservas de nieve sigan aumentando hasta alcanzar los 1.000 hectómetros a comienzos del mes de marzo.


Además, la nieve artificial


Hay que tener en cuenta que, mientras el sector agrícola depende íntegramente de las precipitaciones en forma de nieve que caigan en el Pirineo, las estaciones de esquí cuentan con otro elemento para mejorar el estado de sus pistas: la nieve artificial.


La inversión en cañones de innivación realizada por los centros invernales aragoneses les hace estar menos expuestos al devenir de la meteorología y les concede una ventaja competitiva respecto a otros territorios como Cataluña o Andorra.


También hay que destacar que los cálculos de la CHE se efectuaron el 2 de noviembre, y desde el pasado lunes ha vuelto a nevar en el Pirineo oscense. El Centro Meteorológico Territorial de Aragón, La Rioja y Navarra explicó que tanto el miércoles como en la madrugada de ayer hubo precipitaciones "importantes" por encima de los 1.500 metros.