balance negativo

El Pirineo despidió el mes de julio con 39 rescates y 6 muertos en montaña

La Guardia Civil auxilió a 48 personas entre montañeros, barranquistas y senderistas A ellos se unieron también 300 jóvenes de campamentos evacuados por las fuertes lluvias del mes pasado.

Pese al intenso trabajo de julio, la Guardia Civil también tuvo tiempo de hacer prácticas en Bierge.
El Pirineo despidió el mes de julio con 39 rescates y 6 muertos en montaña
J. BLASCO

El mes de julio fue uno de los meses más trágicos en los últimos años en el Pirineo oscense. La cifra de fallecidos se disparó hasta los 18, uno más que en todo 2009.  De las seis víctimas mortales contabilizadas el pasado mes, cinco practicaban actividades de montañismo, senderismo o escalada, mientras que la sexta fue una barranquista. Estos sucesos dispararon la cifra de fallecidos en lo que va de año, que llegó hasta las 18 víctimas, uno más que en todo 2009.

Según las estadísticas oficiosas (los datos oficiales no se ofrecerán hasta después del verano), los más de 60 especialistas de los grupos de rescate de la Guardia Civil, que este verano se han vuelto a reforzar con un segundo helicóptero con base en Benasque y con siete alumnos recién licenciados en el Centro de Adiestramiento de Montaña de Candanchú realizaron en julio un total de 39 intervenciones con 48 personas auxiliadas. La mayoría de ellas eran montañeros (31), seguidas de barranquistas (10), senderistas (6) y una persona que practicaba raftin. En cuanto a los heridos, la mayor parte de las lesiones atendidas han sido fracturas y esguinces.

La cifra de fallecidos es ciertamente alarmante y la prueba de ello es que las actividades de montaña se han cobrado este año un 80% más de vidas que los accidentes de tráfico ocurridos en la provincia de Huesca.

Cuatro fallecidos en 72 horas

Especialmente dramático fue el segundo fin de semana de julio, cuando perdieron la vida cuatro personas en un intervalo de apenas 72 horas. El sábado 10, dos jóvenes de Tarragona fueron sepultados por una placa de nieve en Pineta (Bielsa); el domingo 11, un escalador se despeñó tras resbalar en un nevero en la Brecha de Palenques (Benasque); y el lunes 12 murió ahogada una barranquista francesa en el Formiga (Loporzano) al engancharse en unas piedras bajo el agua.

La lista de víctimas mortales del mes se completó con un montañero extremeño que murió el 3 de julio al resbalar y caer más de cien metros cuando intentaba coronar Monte Perdido; y otro montañero francés que el 28 de julio fue hallado muerto en el valle de Salenques (Benasque), 15 días después de haber desaparecido.

A todas estas intervenciones, se unió la evacuación de cerca de 300 jóvenes que estaban de campamento en distintos puntos del Pirineo. En tres casos, las fuertes lluvias obligaron a los agentes de la Guardia Civil, en colaboración con Protección Civil y forestales de la DGA, a trasladar a polideportivos a tres grupos de campamentos juveniles de Orós Alto y el ibón de Piedrafita, en la comarca del Alto Gállego, y de San Nicolás de Bujaruelo, en Sobrarbe, como medida de precaución.

Sin embargo, el cuarto campamento estaba formado por 3 monitores y 19 menores de entre 11 y 14 años de un grupo de 'scouts' de Alcalá de Henares (Madrid) que se quedaron enriscados en la Peña Montañesa y que tuvieron que ser evacuados en varios viajes del helicóptero hasta Boltaña.

Los especialistas de la Guardia Civil no han cesado en estas últimas semanas de pedir precaución a quienes salgan a la montaña este verano ya que la gran cantidad de nieve caída en invierno ha multiplicado el peligro de las zonas de alta montaña, donde es imprescindible llevar piolets y crampones, y también de los barrancos, donde se han producido constantes crecidas con el deshielo. Pese a que este verano se ha detectado un aumento de imprudencias, la DGA ha insistido en que no se plantea cobrar los rescates.