ZARAGOZA

El intercambiador del Actur arranca a medio gas y el resto sigue en espera

El Ayuntamiento quiere consensuar con los vecinos las instalaciones de la plaza del Emperador Carlos V. El proyecto del centro de Ronda Hispanidad está ultimándose

Dos únicos viajeros descendían ayer del autobús procedente de Huesca, de la empresa Alosa, en el intercambiador del Actur poco después de las 13.45. Esta es la tónica general desde su inauguración el pasado día 1. Los autocares de la línea oscense son los únicos que operan en las instalaciones, a excepción de la línea 142 que funciona en este punto desde finales del año pasado. Las utilizan como primera parada intermedia en su entrada a la capital aragonesa.


Muy pocas personas optan por bajarse en este lugar. Más de la mitad de los viajeros habituales descienden en la segunda parada que la compañía ha acondicionado en el paseo de María Agustín, en la antigua fábrica de Averly, preferida por céntrica.


"En una expedición de unos 30 usuarios más de 20 descienden en María Agustín, y el resto se reparten entre el Actur y Delicias", señala el consejero delegado de Alosa Pablo Martín-Retortillo. El conductor que se detiene unos minutos para que se apeen dos hombres lo confirma. "A lo mejor en época de estudiantes se baja más gente por las mañanas, pero si no, lo normal es esto", explica. Era lo previsible. Anteriormente, al acceder por la avenida Pirineos, ya se realizaba un alto en la ruta si alguien lo solicitaba.


Algunos residentes en la zona aprovechan para preguntar si en este mismo intercambiador se puede coger el viaje hacia el Pirineo. "Ya que hay una parada aquí se podría aprovechar para que alguien pudiera subir aquí al autobús porque le resulta más cómodo y cercano. Se daría un servicio más", comentaba José Antonio.


Únicamente se puede recoger viajeros en la parada de Averly (sentido plaza de Europa), pero no en el Actur. La primera es también principio y fin de los servicios de Villanueva y de Zuera, que así no tienen ni llegada ni salida de la estación central de Delicias.


En su día los vecinos del Actur se rebelaron contra el intercambiador, situado entre las avenidas de María Zambrano y Gertrudis Gómez de Avellaneda próximo al cruce con la avenida del Valle de Broto. "En principio no hemos notado un gran incremento de ruido ni de humos, porque los autobuses solo estacionan un momento a descargar gente y no permanecen mucho tiempo", reconocía un vecino que reside en una primera planta muy próxima a la plataforma. "La línea del 142 no me molesta, aunque tiene aquí el fin de trayecto, pero también es verdad que la terraza de mi casa está en el otro extremo", añadía. Otros residentes entienden que es pronto todavía para valorar las afecciones reales.


En teoría, a este intercambiador, donde se han invertido 178.442 euros, tendrían que ir a parar en un futuro todos los servicios interurbanos de las carreteras del norte de la ciudad. Eso sí, se echan en falta unos servicios públicos que el Ayuntamiento tiene intención de acondicionar.


El Plan Intermodal de Transportes de la ciudad (PIT) plantea otros cuatro equipamientos con esta filosofía. El Ayuntamiento quiere consensuar con los vecinos el previsto en la plaza del Emperador Carlos V. Fuentes municipales precisaron que no está recurrido judicialmente por ningún colectivo.


El diseño del centro de la Ronda de Hispanidad (entre las avenidas de Cataluña y La Jota) está prácticamente listo. Será el más amplio de los proyectados e incluirá cerca de 300 plazas de aparcamiento, que actuarán como párquin disuasorio para no adentrarse con el coche particular en el centro de la ciudad.


El plan para el intercambiador del Portillo depende del resultado de la actuación de Zaragoza Alta Velocidad. El dibujo inicial sobre plano seguro que habrá que modificarlo para adecuarse al espacio final y conseguir una mayor operatividad. El quinto equipamiento se prevé entre Cesáreo Alierta y Camino de las Torres, junto al apeadero de Miraflores.