El delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, se ha mostrado convencido de que es necesario "olvidar" la antigua concepción de que en cada pueblo debía haber una casa cuartel de la Guardia Civil ya que la forma de trabajar de este cuerpo ha cambiado sustancialmente en las últimas décadas.

Fernández ha hecho esta reflexión en el acto de celebración de la festividad de la Guardia Civil, al que han asistido, entre otras autoridades civiles y militares, el consejero aragonés de Interior y Política Territorial, Antonio Suárez, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad, Fernando Zubiri.

El delegado del Gobierno ha admitido la existencia de quejas por parte de alcaldes de la Comunidad referidas a la ausencia de guardias civiles en sus pueblos, pero ha subrayado que los agentes del cuerpo "siguen trabajando tan bien o mejor que hace unos años, aunque no se les vea los 365 días del año y las 24 horas del día".

Ha explicado que hoy en día la Guardia Civil puede trabajar por la seguridad de los pueblos tanto a 500 metros de distancia como a 500 kilómetros, por lo que, en su opinión, la idea de una casa cuartel en cada población "no es posible ni deseable" de cara a las nuevas formas de trabajo.

A su juicio, "la casa cuartel no debe ser hoy en día lo que era, sino que debe haber cuarteles con los medios necesarios para trabajar, pero en los que necesariamente no se deba vivir".

En declaraciones posteriores a los medios, Fernández ha negado que esta reflexión sobre las casas cuartel no significa la existencia de una planificación dirigida a cerrar casas cuarteles en la Comunidad aragonesa.

A este respecto, ha resaltado que desde que asumió su responsabilidad como delegado del Gobierno en Aragón, no solamente no se ha cerrado ningún cuartel sino que se han abierto algunos.

"Hoy en día -ha añadido- no se puede pensar que una casa cuartel sea igual que en 1880 o en 1960, lo que pasa es que los alcaldes son insistentes y a todos les gustaría tener una en su pueblo, pero eso no puede ser".

Este mismo sentido se han pronunciado el general jefe de zona de la Guardia Civil en Aragón, Germán Gómez Rodríguez, para quien "es un lujo, y no es posible tener un guardia o un puesto en cada pueblo".

El general se ha mostrado convencido, sin embargo, de que el Instituto Armado dispone en la actualidad de suficientes medios para llevar a cabo sus funciones, y de la necesidad de adaptar su forma de trabajo a los nuevos tiempos.

En su intervención protocolaria, el delegado del Gobierno ha destacado, asimismo, que en los últimos nueve años las plantillas de la Guardia Civil en Aragón han pasado a estar cubiertas de un 60 a un 90 ciento, hecho que, según ha afirmado, se evidencia en el incremento de los niveles de eficacia policial contra el crimen.

Así, ha subrayado que "Aragón está muy por debajo de la media española de criminalidad, que a su vez está muy por debajo de la europea".

También ha valorado el éxito del Plan Especial de Vigilancia del Medio Rural puesto en marcha el pasado mes de mayo para hacer frente al incremento de la delincuencia en las zonas rurales, cuyos resultados, ha añadido, se plasman en las felicitaciones transmitidas al Cuerpo por los alcaldes.

El delegado del Gobierno ha valorado el esfuerzo llevado a cabo por la Guardia Civil para adaptarse a la sociedad actual, y a los cambios organizativos que ha experimentado desde su integración en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, frente a "la idea extendida de que pertenece al Ejército, algo que fue así en tiempos".