TEMPOREROS

El campo aragonés afronta la campaña con más paro y la oferta de mano de obra cubierta

El desempleo casi se ha duplicado en el sector y ha crecido en todas las comarcas frutícolas. El 85% de los temporeros son extranjeros y hay casos de infraviviendas.

Dos inmigrantes sin trabajo cocinan junto a una caseta en Alfamén
El campo aragonés afronta la campaña con más paro y la oferta de mano de obra ya cubierta
ESTHER CASAS

Unos 12.000 temporeros trabajarán en las distintas campañas entre mayo y diciembre en Aragón. El 85% son de origen extranjero. Las labores se van a realizar en una coyuntura económica aún más deteriorada que la del año pasado. Según datos del Instituto Aragonés de Estadística, a partir de los facilitados por el Inaem, el paro registrado ascendió en abril a 96.082 personas, 4.153 de ellas en la agricultura. Si se compara con el mismo periodo de 2009, el desempleo en el sector se ha incrementado notablemente, ya que había 2.345 parados (81.906 en total).

En las seis principales comarcas frutícolas se confirma esta tendencia (siempre contrastando datos de abril de 2010 y 2009): en estos territorios hay 1.603 personas más que se han quedado sin ocupación, 688 de ellas en el campo. En cuanto a cifras globales de paro registrado, Valdejalón encabeza la lista con 2.152 desempleados en abril de 2010 (1.864 en 2009), seguida del Bajo Aragón con 2.084 (1.688); el Bajo Cinca con 1.590 (1.254); Bajo Aragón-Caspe con 1.244 (934); La Litera con 915 (709) y Campo de Cariñena con 593 (526).

Respecto al sector agrario, el Bajo Cinca ostenta el número más elevado de parados, 397 frente a los 198 de hace 12 meses. A continuación figuran Valdejalón con 323 (antes 151); el Bajo Aragón-Caspe, también con 323 (146); el Bajo Aragón, con 181 (86); La Litera, con 98 (77) y el Campo de Cariñena, con 55 (31 en 2009).

La necesidad de ganar un sueldo puede invitar a que haya ciudadanos que prueben suerte en la campaña aragonesa. Sin embargo, los agentes implicados en su correcto desarrollo lanzan un mensaje unívoco: el trabajo en el campo está cubierto en un porcentaje muy elevado, apenas se requerirá mano de obra. Se pretende evitar la masificación de años anteriores, impedir un hipotético 'efecto llamada'.

El problema reside en que es más difícil que la advertencia llegue a inmigrantes que se trasladan a los pueblos en precarias condiciones. Con las subvenciones de la DGA a las que pueden optar los empresarios y entidades, en la Comunidad se han habilitado 6.600 plazas de alojamientos.

El inicio de la recogida de fruta se ha retrasado por el tiempo adverso. En Caspe se ha empezado con la cereza, al igual que en Mequinenza, donde se ha recolectado algo de producción. En principio, en términos de volumen, la cosecha será similar a la de la temporada precedente. El cielo, los precios del mercado y los costes tendrán la última palabra (en 2009 parte de los frutos se tiraron o se quedaron en los árboles por la nula rentabilidad). Estos condicionantes determinarán las contrataciones.

Las campañas se han ido normalizando de forma progresiva en Aragón, con mejoras sociales y laborales. Pero un elevado número de inmigrantes vagan por las localidades esperanzados por conseguir una oferta que no llega. Duermen donde pueden y comen lo que encuentran, además de acudir a las entidades caritativas. La problemática se agrava cuando vienen con sus familiares o surgen conflictos, normalmente no con los vecinos, sino entre ellos. También aumentan los robos en estas zonas.

Casas en mal estado

Como adelantó este periódico, al menos una veintena de rumanos ocuparon hace unas semanas cinco casas viejas pertenecientes a un mismo bloque en Ricla, al lado de la estación. Aseguraron que el propietario les había dado permiso y el Ayuntamiento lo negó. Lo malo no solo es que accedieran sin autorización, sino que el tejado presenta un grave deterioro. Así lo confirmó Imanol Arteaga, concejal de Urbanismo del municipio de Valdejalón.

El edil ha enseñado fotografías de la techumbre a los técnicos, que prepararán un informe. Descartó que el edificio vaya a caerse, aunque "no tiene habitabilidad". Arteaga añadió que, en conversaciones con un rumano en Belchite, le dijeron que en ese país "Ricla se conoce más que Zaragoza". Jesús María Isla, presidente comarcal y primer edil de Calatorao, indicó que, a pesar de que no haya trabajo, no hay manera de "frenar" la llegada de determinados colectivos, que siguen "circuitos programados".

"No hace falta más gente"

En Alfamén, en el Campo de Cariñena, ha crecido notablemente la presencia de inmigrantes en las últimas semanas, en especial de rumanos y africanos. Algunos alquilan viviendas y otros ocupan casas abandonadas o casetas de riego, en pleno campo. La mayoría están tapiadas, pero derriban los tabiques para entrar en su interior. "No hace falta más gente, cuanta más venga, más parados habrá", explicó el alcalde, Francisco Pérez. Lamentó que ocupen sitios "inhabitables, sin higiene" y que haya riesgo de accidentes porque encienden fuegos.

Por su parte, entre 2.000 y 3.000 temporeros participarán en la campaña del Bajo Aragón-Caspe, que incluye cereza, melocotón, nectarina y albaricoque. Días antes del comienzo, muchos trabajadores ya esperaban por las calles. Se ha dispuesto una partida para proporcionar alimento durante tres días a aquellos que no encuentran empleo de inmediato. Hay ciudadanos que desean volver al campo pero los puestos están ocupados. Cáritas reparte comida y ropa, abre sus puertas dos días a la semana y atiende a más de medio centenar de personas.

En el Bajo Cinca, el frío ha retrasado la campaña, lo que ha dejado sin trabajo a personas que por estas fechas acudían a los almacenes fruteros y a fincas. Hay un gran número de temporeros y la mayoría tienen alojamiento. En principio, los que acudan a Fraga sin nada concretado tendrán poco trabajo o ninguno. La comarca, para optimizar recursos, no habilitará una oficina del temporero debido a la menor demanda de servicios, que iban desde la acogida a los contactos entre empresarios y trabajadores y la formalización contratos. Eso sí, se asistirá a los que vengan de fuera y se mantendrá la cobertura social.

En La Litera están con el aclareo de melocotones. El presidente de la Cooperativa San Bartolomé de Altorricón, Juan Antonio Plana, afirmó que no hace falta mucha mano de obra. Los agricultores de esta zona de la Baja Litera no esperan necesitar más de los 70 o 80 temporeros que contrataron en campañas pasadas, muchos de los cuales se quedan de un año para otro. El primer edil de Tamarite, Francisco Mateo, prevé, con los datos del pasado año, que se contratarán entre 150 y 160 personas.

En Teruel, en pocos días la comarca recibirá a sus primeros temporeros, en su mayoría mujeres contratadas en Rumanía y Polonia que llevan varios años viniendo a Aragón. La campaña del melocotón empieza a mitad de mayo realizando el aclareo en el árbol. Suele durar en torno a unas dos semanas y seguidamente comienza el embolsado, una dura labor que solo es posible realizar a mano. La recolección comienza en sus variedades más tempranas sobre la segunda quincena de julio y se suele prolongar hasta finales de octubre.

En el mercado

La tardanza ocasionada por la climatología ha propiciado que de momento no se haya recolectado demasiada fruta. Y, al ser las primeras piezas de la temporada, eso influye en el precio de venta al consumidor. Sirva como ejemplo que en el Mercado Central de Zaragoza, la cereza temprana de Caspe alcanzaba hasta los 13 euros el kilo. Y la de Lérida estaba a 3.