"Dije que era un tirano y no he cambiado de opinión"

El albañil guipuzcoano, amigo del acusado, pudo empadronarse en Fago tras ganar un contencioso administrativo a Grima

Alejandro Coloma, cuando accedía ayer a la Audiencia de Huesca.
"Dije que era un tirano y no he cambiado de opinión"
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ZARAGOZA. Una de las personas que más denuncias presentó contra Miguel Grima fue Alejandro Coloma, el albañil vasco al que vimos dar de comer a los animales de Santiago Mainar tras su detención como presunto asesino del alcalde de Fago. "Yo con Grima solo tuve problemas administrativos, nunca personales. Tampoco pertenecía a ningún grupo que hostigara al alcalde", manifestó ayer en la Audiencia de Huesca.

"Dos años antes de que Grima fuera alcalde, yo compré un pajar en Fago. Pregunté si tenía que hacer un proyecto para rehabilitarlo y me dijeron que no. Pero cuando llegó él, me obligó a pasar por el Colegio de Arquitectos de Huesca. Me dio un primer permiso de obras, pero a los pocos meses, me mandó una carta certificada paralizándome las obras. Sin embargo, al mismo tiempo, había personas en el pueblo haciendo obras y tocando estructura sin que se les exigiera el proyecto", explicó Coloma.

Las acusaciones le recordaron que había calificado al alcalde de "tirano", y el testigo fue rotundo: "Mi opinión personal sobre Grima no cambió tras su muerte". El abogado de la defensa le preguntó si alguna vez había oído a Mainar amenazar a Miguel Grima, y este contestó que no. "Tampoco sospeché nunca de él", añadió, refiriéndose al guarda forestal, con quien mantenía una estrecha relación. Alejandro Coloma fue una de las personas que logró el empadronamiento tras ganar un contencioso administrativo. M. A. C.