EL PSOE ARAGONÉS

Digiriendo la candidatura

Al estilo de Hollywood. Almuerzo, sonrisas cómplices, intereses mutuos y vuelta a una amistad de toda la vida. Eva Almunia y Javier Lambán limaron ayer asperezas tras los desplantes de Blanco a Iglesias esta semana.

Almunia y Lambán
Digiriendo la candidatura
ARAGóN TV

El presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza y secretario general del PSOE zaragozano, Javier Lambán, compartió, en la intimidad y en secreto (supuestamente), mesa y mantel con la secretaria de Estado de Educación y supuesta candidata socialista a la presidencia de Aragón en 2011, Eva Almunia. Entre ambos hay muchas cuestiones por resolver. Todas derivan de lo que haga Marcelino Iglesias en el futuro inmediato ante la consulta electoral y de un pacto interno de reparto de poder en todos su ámbitos. Por ahí fue el menú del almuerzo entre ambos. Dos comensales que por cierto siempre han compartido el mismo lado de la mesa dentro del partido (amigos personales y del entorno de los 'damascos'), pero que por primera vez tienen intereses encontrados.

La clave es ver qué pasa en los próximos tres meses dentro del Gobierno central (incluido cómo se resuelve la crisis prevista para la segunda quincena de julio) y de la ejecutiva federal del PSOE, por el pulso entre Pepiño (el ministro de Fomento, José Blanco) y el propio entorno de Rodríguez Zapatero, con Leire Pajín a la cabeza.

En Aragón eso se traduce en un pulso relativo, porque hay afinidad en muchos sentidos, entre Javier Lambán (el hombre de José Blanco) y Eva Almunia (la pieza de Pajín, de Iglesias y del sector más afín a Zapatero). También es cierto que la presión de Blanco para que Iglesias dé marcha atrás cuenta con apoyos, tanto de Lambán como de Carlos Pérez, Belloch y de buena parte de los agentes económicos y sociales aragoneses. Lo habitual en etapas tan críticas.

Pero es evidente que aquí hay dos asuntos en juego: la candidatura a la DGA y la secretaría general del PSOE-Aragón. El relevo ya está decidido: Eva Almunia. La secretaría regional es una cuestión a negociar, al igual que el número uno o el dos por Zaragoza y la composición de las listas a las Cortes de Aragón (Lambán tendrá mucho que decir).

Faltan los trámites y las formalidades para proclamar a Eva Almunia. Actos que según el calendario oficial previsto tendrán lugar a a mediados de septiembre en el ámbito regional y a finales de octubre en el comité federal. Y salvo sorpresas, por decirlo suavemente, Iglesias no va a dar marcha atrás. Entre otras razones porque él tomó esa decisión tras los desencuentros (una forma de decirlo) que tuvo a lo largo del año 2008 con José Luis Rodríguez Zapatero y José Blanco.

A lo mejor, si éstos hubieran estado a la altura de lo que ha aportado Marcelino Iglesias para que ellos llegaran a la cumbre en el partido y el Gobierno central, las cosas serían distintas. Pero claro, antes que permitir que un aragonés fuera ministro/a, sea de Fomento, de Trabajo o de Educación, por poner ejemplos, optaron por otros y por romper el pacto de rechazar cualquier trasvase y de impedir la prepotencia de las autonomías con más poder frente a las del interior.

Y como desde la Moncloa y Ferraz se lleva mal que alguien mantenga la dignidad y marque sus propios tiempos, se produjeron esta semana los despropósitos y las salidas de tono de José Blanco hacia Marcelino Iglesias y hacia los proyectos de futuro de la Comunidad (como la Travesía Central Pirenaica y no hablamos del Canfranc, que ni siquiera ha estado en la agenda europea).

Muchos dicen que es fruto de los nervios por la huelga, la caída en las encuestas, etc. Lo que podría afectar para que el PSOE pudiera volver a ganar en la DGA y en la DPZ. De hecho, Aragón y Zaragoza son de las pocas Autonomías, ciudades y provincia donde los socialistas mantienen posibilidades para seguir en los gobiernos regionales y locales.

Y de esos asuntos hablaron y esos temores compartieron ayer Eva Almunia y Javier Lambán, que por más que algunos crean que están enfrentados a muerte, la realidad es bastante diferente. Cierto que no coinciden en sus intereses, pero sí tienen claro que deben compartir, sumar y aunar para lograr un reparto equitativo dentro del partido y en las instituciones aragonesas. Así como articular un nuevo discurso y abrir mucho más la posibilidad de que el PSOE pudiera optar por otros socios para gobernar.

Ninguno de los dos se fía del PAR, pero les falta afinidad con CHA. Su problema es que ambos dependerán directa o indirectamente de Juan Alberto Belloch, en función del resultado en las municipales de Zaragoza. Así que el almuerzo acabó con un 'nos vemos y veremos'.

Algo más que un almuerzo. Hacía años que Almunia y Lambán no hablaban a solas. El Cachirulo fue el escenario de un encuentro que influirá en las listas de 2011 y en el congreso del PSOE-Aragón de 2012