CONTROL A LOS FUNCIONARIOS

Descartados los tornos en la cafetería y el restaurante

El Ejecutivo autonómico estudió inicialmente colocar sistemas de control en la cafetería y el restaurante, pero la idea ha sido rechazada.

No habrá tornos ni en la cafetería ni el restaurante del edificio Pignatelli, sede central del Gobierno de Aragón. El Ejecutivo autonómico ha descartado la idea inicial de colocarlos en las áreas de descanso del edificio, según informaron fuentes de la DGA. Cuando se anunció la instalación del nuevo sistema de control, que de momento solo funciona en la capital aragonesa, se comenzó a especular con la posibilidad de que los funcionarios tuvieran que fichar cada vez que fueran a tomar un café o a comer en las propias instalaciones autonómicas. Y la idea rondó la mente de los dirigentes. Pero, finalmente y de momento, ha quedado guardada en un cajón.


Quizá el revuelo y las críticas de los propios trabajadores hacia el nuevo sistema de fichaje hayan obligado a declinar esta opción en el Gobierno de Aragón. Por ahora y desde el pasado 15 de septiembre, los empleados del Pignatelli han empezado a experimentar este control, que posibilita poner en marcha nuevas medidas.


Por ejemplo, la propuesta de establecer una jornada continua y flexible, que impide utilizar los 30 minutos de descanso entre las 9.00 y las 13.00. El sistema de tornos permitirá supervisar esta limitación, porque cualquier exceso de tiempo en el intervalo de descanso, será descontado de la bolsa de horas semanales del funcionario y, por tanto, deberá recuperarlas. Igual que ahora. No obstante, las incidencias que tengan que ver con salidas por trabajos en el exterior, deberán registrarse en el ordenador del empleado. Después, cada secretaría certificará que el tiempo y la tarea se corresponden.


Precisamente, la tarjeta con la que se controla la entrada y salida de los funcionarios también permite ponderar el trabajo de los empleados de la DGA. Se utiliza como firma electrónica y deja huellas digitales de cualquier movimiento que se lleva a cabo. Con la nueva ley de función pública, aún en fase de anteproyecto, se valorará el desempeño del puesto de trabajo y se marcarán objetivos, como en algunas empresas privadas.


Aunque los tornos solo funcionan en el edificio Pignatelli, el plan es que antes de 2012 se extiendan a todos los centros administrativos de la DGA. Los siguientes serán las sedes de Agricultura, en la plaza de San Pedro Nolasco, y de Economía, en la calle de Costa.


El coste del servicio, adjudicado a mediados del año pasado, es de 2,5 millones de euros. En su momento, desde el Ejecutivo autonómico justificaron este sistema en una directiva europea y en la necesidad de intensificar la seguridad en las instalaciones, además del control de los funcionarios. No en vano, hasta septiembre ningún ciudadano que accediera a la sede de la DGA tenía que identificarse. Solo atravesar el detector. Ahora necesita una tarjeta de visita.