CONFLICTO POR LOS BIENES

Cuenta atrás para conocer el fallo sobre la propiedad

La jueza debe pronunciarse en menos de 20 días sobre el pleito civil planteado por los Amics y que afecta a 87 de las 112 piezasQuedan pendientes los recursos al auto que rechaza el exequátur.

Buena parte de las obras que reclama la diócesis altoaragonesa se exponen en el Museo de Lérida.
Cuenta atrás para conocer el fallo sobre la propiedad
á. CALVO

Huesca. La cuenta atrás prosigue y solo quedan 23 días para que se cumpla el plazo en el que la jueza se debe pronunciar sobre la propiedad de 87 de los 112 bienes en litigio entre el Obispado de Barbastro y el de Lérida. El primer juicio civil sobre la pertenencia de estas obras de arte, planteado por los Amics, no deja de interpretarse como una maniobra para retrasar el regreso de las piezas que el Vaticano, hace más de 12 años, reconoció como altoaragonesas.

Los documentos y pruebas complementarias que una y otra parte presentaron después de la vista oral, celebrada el 18 de mayo en el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Lérida, han retrasado el fallo. No obstante, este deberá emitirse antes del próximo 24 de septiembre ya que la titular lo dejó visto para sentencia el 28 de julio, fecha a partir de la cual se abría un periodo de 20 días hábiles (no cuenta agosto, ni sábados, ni domingos) para dictar la resolución. Si bien en su día, el defensor de los Amic aclaró que los asuntos penales en el juzgado tienen preferencia por lo que podría demorarse.

El abogado que representa al obispado altoaragonés, Hipólito Gómez de las Roces, recalcó que si podría darse el caso, ya que los plazos "son flexibles". No obstante, confía en que "pronto lo conozcamos", expresó el letrado que representa al obispado altoaragonés. Y aunque él no se pronuncie, en Aragón se confía en que la sentencia sea favorable a sus intereses como ya lo fue en su día el dictamen de la cúpula de la Iglesia. Fue en 1998 cuando los poderes eclesiásticos reconocieron que los bienes sacros que ambas diócesis disputaban estaban en Lérida en depósito y que dicho obispado debía devolverlos a su "legítimo propietario", la diócesis de Barbastro. El conflicto había comenzado tres años atrás, cuando Roma decidió que las parroquias de la zona oriental de la provincia debían de pertenecer al obispado altoaragonés en lugar de al de Lérida. Las iglesias pasaron a otras manos, pero las obras de arte que de ellas se habían sacado, no.

Quince años después y con un sinfín de recursos, decretos, demandas en el Tribunal de la Rota e incluso de súplicas al Papa, el conflicto sigue sin llegar a su fin. La vía eclesiástica quedó agotada hace dos años y un juzgado de Barbastro confirmó recientemente que es la Iglesia quien debe ejecutar esta devolución que tanto se demora, aunque fiscalía, obispado y Gobierno de Aragón han recurrido el auto. Se trataba del proceso de exequátur -fórmula jurídica para validar en España sentencias dictadas por otro país, en este caso el Vaticano- instado por Barbastro para conseguir sus piezas, que no llegarán a tiempo para la inauguración del Museo Diocesano de la ciudad del Vero.

Los trabajos de equipamiento avanzan a buen ritmo y está previsto inaugurarlo antes de que finalice el año. En su lugar, el centro mostrará fotografías de las 40 obras artísticas más significativas. También se incluirá una leyenda técnica que explicará sus datos generales, procedencia, etc., una fórmula que se utiliza habitualmente para las piezas que se encuentran en depósito, cedidas temporalmente en otros museos o sedes, o en fase de restauración.

También en los tribunales

El conflicto por la tabla procedente del castillo de Benabarre que adquirió en 2009 la Diputación de Lérida en una subasta también está en los tribunales. Tras recibir un aluvión de críticas, el Gobierno de Aragón, que aseguró que no fue informado de la venta, encargó un informe de la obra y anunció que ejercería el derecho de retracto -que permitiría adquirir la obra al mismo precio-.

Cataluña planteó un contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón. Y el ejecutivo aragonés respondió presentando el citado informe, que determinaba que la tabla estuvo en Benabarre hasta 1936 y podría haber sido expoliada durante la Guerra Civil. Además, denunció el hecho ante la Fiscalía. Mientras se resuelve el conflicto, la Guardia Civil secuestró judicialmente la obra, por lo que permanece inmovilizada en el Museo de Lérida, que tiene prohibido exponerla hasta que no se aclare si fue en realidad objeto de un expolio.