Cuatro de cada diez nuevos compradores de pisos no podrán desgravar desde 2011

Cuatro de cada diez nuevos compradores de viviendas en Aragón no podrán desgravarse a partir de 2011 con el límite máximo de renta anunciado por el presidente Rodríguez Zapatero. Este es el porcentaje de aragoneses que dejarán de tener beneficios fiscales si se tiene en cuenta que en torno al 40%-45% de los actuales contribuyentes con propiedades tienen una renta superior a los 24.000 euros.

Con el simple análisis de las operaciones de compraventa que se cierran anualmente, cerca de 15.000 censadas por el Colegio de Registradores en 2008, se podría extrapolar que entre 6.000 y 6.500 dueños de nuevos pisos perderán el derecho a desgravarse. La repercusión para el bolsillo de estos contribuyentes será importante, hasta un máximo de 1.350 euros anuales.

Esta medida, no obstante, se aplicará exclusivamente a los nuevos compradores, por lo que los 195.480 contribuyentes aragoneses que disfrutan ahora de deducciones fiscales por su primera vivienda seguirán haciéndolo hasta que terminen de pagarla. Eso sí, perderán este derecho si cambian de casa a partir de 2011, salvo que en el reglamento del Gobierno se establezcan excepciones.

Los que también se verán perjudicados son los 4.000 contribuyentes aragoneses que mantienen cuentas de ahorro vivienda (los datos corresponden a 2006, el último ejercicio fiscal con datos desglosados por Hacienda). Deberán adelantar la compra si quieren desgravarse, por lo que la prórroga de dos años que autorizó el Ejecutivo central (que se sumaba a los cuatro vigentes) cuando estalló la crisis quedará totalmente desvirtuada.

La estadística oficial de Hacienda revela que casi 78.000 de los contribuyentes que desgravaban por la compra o rehabilitación de su piso en 2006 tenían una renta superior a los 21.000 euros, algo más del 45% . Y el Instituto Aragonés de Estadística coincide en el porcentaje, ya que revela que cuatro de cada diez hogares aragoneses disfrutan de unas rentas superiores a los 25.000 euros.

Si la medida anunciada por el presidente del Gobierno tuviera efectos retroactivos, los ingresos extra para las arcas públicas serían sustanciales. Las deducciones, solo en Aragón, ascienden a casi 177 millones de euros. De media, cada contribuyente aragonés se desgrava más de 900 euros al año en la declaración de la renta.

La situación se agrava para la inmensa mayoría de los aragoneses, dado que solo el 9,41% de las operaciones de compraventa afectaba a viviendas de protección oficial, sustancialmente más baratas que las de precio libre.

El impacto aún es más evidente si se tiene en cuenta el grado de endeudamiento de las familias y la cantidad de tiempo que tienen que pagar religiosamente su hipoteca. La estadística registral inmobiliaria apunta que el coste medio de las operaciones firmadas en Aragón a lo largo del año pasado ascendió a 132.166 euros. Cada metro cuadrado de las viviendas compradas, ya fueran nuevas o usadas, se pagó a una media de 1.797 euros.

Hipotecas para rato

Esta abultada deuda con los bancos no se satisfará antes de 26 años y cuatro meses, salvo que hagan un esfuerzo adicional para afrontar amortizaciones parciales en sus hipotecas.

Los datos del Instituto Aragonés de Estadística ponen en evidencia el enorme peso que tienen en las economías familiares la compra de la vivienda, como lo demuestra que la media de renta disponible de los hogares apenas supere los 24.000 euros. De hecho, el 87% ha optado por comprarlas en vez de alquilarlas (7,7%) o pactar una cesión (5,4%). Y al capítulo de vivienda (en el que también se incluyen recibos del agua o la electricidad) se va casi un tercio de la renta.