La noche y la carretera pueden convertirse en malas aliadas. Conducir cuando se pone el sol implica una pérdida de visión responsable en gran parte de que -en términos relativos- la proporción de accidentes de tráfico durante esas horas se multiplique por 4 respecto a los diurnos. Todas las personas sufren las incomodidades de la falta de luz en la conducción, pero este problema se acentúa en aquellas que padecen miopía nocturna, un defecto que afecta al 40% de la población. Un grupo de investigación de la Universidad Complutense de Madrid, dirigido por la doctora aragonesa Celia Sánchez-Ramos, ha patentado un sistema que optimiza la visión nocturna y cuya instalación en los vehículos ayudaría a reducir el número de accidentes de tráfico.

Se trata de un difusor de luz que se coloca en el techo del vehículo, encima del conductor, y que consigue corregir los defectos que produce la oscuridad en la visión. ¿Cuáles son esos defectos? Cuando hay poca luz, la pupila del ojo se dilata de manera anormal -se produce lo que se denomina midriasis- para poder adaptarse al medio. Esta dilatación genera unas aberraciones ópticas y una escasez de sensibilidad al contraste. Es decir, causa problemas de visión en el individuo.

El grupo de Neuro Computación y Neuro Robótica dirigido por Sánchez-Ramos ha ideado un dispositivo que permite inducir de forma artificial una contracción de la pupila. Lo hace con un difusor de luz que se coloca en el techo del coche y que al propagar una luz de una cierta intensidad, hace que la pupila reaccione, se contraiga y recupere agudeza visual. Se contrarresta, por tanto, la distorsión nocturna, se mejora la calidad de la imagen generada por la retina y, en definitiva, se optimiza la visión de los conductores.

Como un diafragma

Su funcionamiento se asemeja básicamente al del diafragma de una cámara de fotos, que es un disco que regula la cantidad de luz exacta que se ha de dejar pasar en las cámaras para que la visión sea la óptima.

"En situaciones de escasez de luz, el uso del difusor optimiza la visión en el 100% de los casos analizados en personas que habían sido operadas de miopía o de cataratas, lo que favorece la reducción de accidentes nocturnos", explica la doctora Sánchez-Ramos.

Para que cumpla su función, el dispositivo debe colocarse siempre fuera del campo visual del conductor para evitar que le distraiga o le deslumbre y, por las mismas razones, la luz que propague debe ser difusa.

Los estudios sobre este sistema han sido seleccionados por su relevancia para ser presentados en el International Symposium on Automotive Lighting (congreso sobre iluminación interna y externa en vehículos), que se celebró del 28 al 30 del pasado mes de septiembre en la Universidad Tecnológica de Darmstadt (Alemania). Además, serán publicados en forma de libro y cedé.

Sánchez-Ramos insiste en que la investigación en el campo de la visión debe estar al servicio de los ciudadanos para mejorar su calidad de vida. "Los difusores de luz deben utilizarse para reducir el riesgo en la conducción nocturna. Pueden evitar muchos accidentes", apuntó. Para ello, solicita apoyo institucional al desarrollo de la investigación, así como una campaña preventiva y educativa destinada a todos los ciudadanos.

Piden incluirlo en los vehículos

La doctora zaragozana comenta que sería de gran utilidad que este dispositivo pasara a formar parte del equipamiento de los vehículos y se incluyera ya de serie "para que lo usase quien lo necesitara", añade.

El difusor se podría regular y desplazar según las características de la persona que conduce el coche: su altura, su forma de conducir -más o menos tumbado-, etc.