Cuando van a cumplirse 43 años de su creación, la Escuela Universitaria Politécnica de La Almunia (Eupla) se enfrenta a una nueva etapa en la que necesita mayor respaldo económico de las instituciones públicas aragonesas. Este centro es un organismo local autónomo del Ayuntamiento de La Almunia, dirigido desde un patronato en el que están representados: el Consistorio, la DGA, la DPZ, la Congregación Salesiana (fundadora), y la Universidad de Zaragoza, de quien depende académicamente.

La Escuela se ha venido financiando fundamentalmente de las matrículas y tasas que pagan los jóvenes, pero el descenso del alumnado y el aumento de los costes con la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior hacen más compleja la transición en este campus.

"Es un centro público y mantiene precios sociales", explica el director, Fernando Quero. Esto obliga a la Escuela a asumir unos 1.800 euros por estudiante, la diferencia entre lo que cuesta su formación y lo que paga. Cada alumno nominal (a curso completo) paga 1.860 euros, cuando su coste es de 3.700 euros. Este curso son 2.210 los estudiantes matriculados aunque no todos nominales. "Si dividimos todos los créditos que hemos matriculado entre los 60 que tiene un curso nos salen 1.631 alumnos nominales", señala Quero.

Diversas fuentes de financiación

En 2009 el presupuesto de la Eupla fue de 6,5 millones de euros, y aunque contó con el apoyo del Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento, la financiación pública no llegó al 8 % y resulta insuficiente. "Estamos acostumbrados a buscarnos la vida para diversificar los ingresos pero es muy difícil cubrir todo el diferencial", asegura el director.

Los proyectos de investigación o la formación a empresas han sido otra vía de ingresos. La aportación de la DGA para este año a través de la Consejería de Ciencia, Tecnología y Universidad fue de 250.000 euros. Quero agrace el respaldo institucional con el que cuentan: "El apoyo de la DGA es firme, y es incondicional el de Marcelino Iglesias, que nos ha transmitido tranquilidad", señala, pero sin más participación pública asegura que "tendremos que analizar la situación del centro y buscar opciones alternativas, aunque no son sencillas", manifestó.

El responsable de la Eupla defiende que tienen un proyecto que encaja en el nuevo modelo europeo de educación superior, "va en la línea de lo que llevamos haciendo aquí hace tiempo", un seguimiento personalizado de los alumnos y un contenido muy práctico.

En el curso 2010-2011 aquí comenzarán a impartirse las cuatro nuevas titulaciones de grado. El proyecto contempla también propuestas como la creación de una Cátedra del agua y una actualización de las infraestructuras de la Eupla, en la que se han mostrado dispuestos a colaborar el Ayuntamiento almuniense, la comarca de Valdejalón e Ibercaja.

El periodo de transición en el que se encuentra la Eupla no solo viene motivado por el Espacio Europeo, "entramos en una nueva etapa en la que un centro público, adscrito a la Universidad de Zaragoza, tiene que diversificar sus vías de financiación y una de ellas tiene que ser la de la financiación pública", considera Fernando Quero.

Desde el equipo directivo de la Eupla inciden en la rentabilidad social de un campus como éste. "La financiación de un proyecto como el nuestro, y en los tiempos que corren, no es sencilla pero tiene una rentabilidad social para Aragón y vertebra el territorio", añadió el director.