El problema de filtraciones que sufren los vecinos de las viviendas cueva de Épila no es nuevo y tampoco tiene una solución fácil. Sin embargo y ante la peligrosidad que presentan algunas de estas casas excavadas en la roca -el pasado septiembre hubo nuevos hundimientos, socavones y más filtraciones-, el Ayuntamiento ha decidido tomar cartas en el asunto y destinar una partida de más de 960.000 euros para intentar evitar más daños.

Según explicó el alcalde de Épila, el socialista Martín Llanas, en una primera fase, de las 812 cuevas que hay repartidas en cinco cabezos, el Consistorio quiere comprar una treintena (las que están en peor estado) para derribarlas y compactar el suelo para evitar nuevos encharcamientos que puedan provocar más filtraciones en otras bodegas.

Además, Gestión de Aguas, la concesionaria de este servicio, renovará parte de la red de abastecimiento y vertidos. La empresa se comprometió a mejorar las redes de sanemiento de esta zona cuando se renovó el contrato e invertirá algo más de 223.000 euros. Por su parte, el Ayuntamiento cuenta también con una financiación de 186.000 euros de la comarca de Valdejalón, 501.836 de la Diputación Provincial de Zaragoza y 50.000 euros de una partida específica del Consistorio epilense.

Las cifras demuestran que la de este año será la mayor inversión que se ha hecho nunca en la zona. Según apuntó Llanas, las cuevas se comprarán por unos 12.000 euros cada una, tasa que ha determinado el aparejador tras hacer un estudio de cuáles son las que tienen más peligro de derrumbe.

El alcalde asegura que el objetivo es comprar todas aquellas que estén en mal estado para evitar nuevos hundimientos. Los trabajos se centrarán en el cabezo Castillo, uno de los que más problemas ha sufrido en los últimos años, aunque también habrá actuaciones en otros.

"Lo que hay ahora es un problema de peligro para quienes viven allí y también de marginación social", asegura el alcalde. Además, insiste en que el Consistorio declarará en ruina las otras cuevas que estén en riesgo. El objetivo es evitar los dos grandes problemas: las filtraciones y las dificultades para encontrar las averías de la red de vertidos. "Por primera vez, tenemos financiación suficiente. La falta de recursos económicos de la administración local hacen que haya que priorizar las actuaciones", añade. Esta no es la primera vez, sin embargo, que el Ayuntamiento compra alguna de las cuevas.

El pasado año, el Consistorio tuvo que indemanizar con más de 7.600 euros a una familia por los daños en su vivienda por las filtraciones. La sentencia confirmó que procedían de aguas residuales de la red de vertido municipal. Todavía quedan varios propietarios pendientes de una resolución.