Ingresos, cero euros. Gastos, inasumibles. Esta dramática ecuación es la realidad de miles de aragoneses que ven cómo el avance de la crisis económica se lleva por delante todos sus planes de futuro. Según datos del Ministerio de Trabajo ya son 37.500 las personas en paro en la comunidad que no cobran ningún tipo de prestación por desempleo ni subsidio alguno.

O lo que es lo mismo. De los 97.648 parados en Aragón, solo 60.100 tienen derecho a alguna aportación económica por parte del Estado, mientras que el resto ya las ha agotado. Son los parados de larga duración.

“Mi día a día se resume en buscar, buscar y buscar trabajo”, lamenta Lara Guillén, sin empleo estable desde hace casi tres años y sin ningún tipo de ingreso económico. “Miro en todos los sectores y ya he hecho varios cursos, pero lo máximo que consigues es cubrir alguna suplencia, o trabajar unas semanas ahora en rebajas”, asegura.

En estos casos, el apoyo familiar es fundamental. Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), ya hay 1.425.200 hogares en España con todos sus miembros activos en paro.

“Voy tirando con lo que ahorré este verano en un trabajo de suplencia y con la ayuda de mis padres”, comenta Rubén Cano, parado de larga duración y en busca y captura de un empleo “de lo que sea”.

Los expertos vienen tiempo anunciando que o se comienza a generar trabajo, o la situación será insostenible. En la actualidad, la tasa de cobertura (porcentaje de parados que cobran alguna prestación) se sitúa en Aragón en torno al 61%, mientras que en el conjunto del país asciende al 68%, un 10% menos que solo hace un año.

Sin la familia, se encienden las alarmas

Sin duda, el apoyo familiar es indispensable en este tipo de casos. Los gastos comunes del día a día se agravan si se tiene pendiente alguna deuda con los bancos. Cada año se tramitan más de dos mil ejecuciones hipotecarias en Aragón.

Para miles de aragoneses, encontrar una fuente de ingresos es primordial, pues hay quien ya ha llegado a situaciones extremas. Según el último informe de Cruz Roja Zaragoza, más de 300 personas viven en las calles de la ciudad o en centros de acogida, la mayoría de ellos –el 55% de los casos-, por falta de un empleo remunerado.