TURISMO

Cámpines y casas rurales salvan el año con ocupaciones del 80% en agosto

Los precios asequibles de este tipo de alojamiento atraen a numerosos turistas que dejan este año los hoteles. El buen tiempo y el esfuerzo de promoción, claves para el sector

Los responsables del turismo rural y de los cámpines de la Comunidad aragonesa se muestran "satisfechos" por cómo se está desarrollando la campaña de verano. Tal y como se presentaba el año en la actual coyuntura económica y comparado con los resultados de otros servicios similares no tan positivos, como es el caso de los hoteles, el grado de ocupación obtenido es para estar felices. Así lo entienden, por ejemplo, desde la Asociación de Empresarios de Campings de Aragón (AECA).

"Unos pocos cámpines han bajado bastante, pero la mayoría están contentos", explica Marian Echegaray, secretaria técnica de este colectivo.

 

Tras un julio "flojo", en el presente mes se está registrando un grado de ocupación media que supera el 80%. "Este año -apunta Echegaray-, incluso está aguantando hasta finales de agosto, cuando otros años la segunda quincena era más floja".

 

En cuanto a la procedencia de los visitantes, es el turista nacional el predominante, mientras que los holandeses son los extranjeros más interesados por los atractivos aragoneses. Sin embargo, se echa en falta este año la presencia de la habitual partida de británicos. "Era algo que esperábamos. En las ferias de turismo ya nos avisaron que la moneda inglesa no está muy bien y que la crisis les afectaría más que a otros", explican desde AECA.

 

De hecho, pese a la satisfacción general en el sector de los cámpines, hay "tres o cuatro" de estos establecimientos que están pasando serias dificultades para cuadrar las cuentas. En el de la localidad de Nuévalos, por ejemplo, se ha registrado un 25% menos de ocupación en comparación con la campaña de 2007, ya que el 2008 arrojó datos poco habituales por la celebración de la Expo de Zaragoza. En el propio campin de la capital aragonesa se está trabajando a medio gas, salvo los fines de semana y las fechas en las que coincide que se celebra algún acontecimiento especial en la ciudad. Tampoco en Caspe están funcionando las cosas como se desearían. En todo caso, según explican fuentes del sector, ha sido el buen tiempo registrado este verano una de las claves para salvar la temporada, en un tipo de alojamientos para los que la ausencia de lluvias y frío es fundamental.

 

Sin embargo, pese a que se ha podido atraer a un número de clientes aceptable, los empresarios aseguran que el gasto por familia se ha reducido considerablemente y que las estancias se han acortado.

Ofertas de última hora

Pero si algo ha marcado la temporada turística de este año ha sido la paciencia con la que los clientes han realizado sus reservas en busca de las ofertas de última hora. "Esta circunstancia nos ha generado muchísimo trabajo extra", explica Francisco Parra, presidente de Turismo Verde, central de reservas especializada en alojamientos rurales. Un sector donde también se muestran satisfechos con los resultados de este verano teniendo en cuenta las previsiones iniciales. Se está recibiendo al mismo número de visitantes. De hecho, la facturación apenas ha caído un 3,75%. Un dato "irrelevante" conseguido gracias a "duplicar los esfuerzos y la inversión en promoción", como explica el propio Parra, que recalca el empeño de los empresarios, plasmado en buena medida en las ofertas lanzadas a los posibles turistas. Y aunque esta segunda quincena de agosto "está un poco más floja", ya se está trabajando bien con vistas a septiembre y al puente del Pilar.