El vicepresidente del Gobierno de Aragón, el aragonesista José Ángel Biel, ha vaticinado que, aunque la cifra no está ni mucho menos cerrada, la bajada del monto total de los Presupuestos de Aragón para 2011 podría bajar entre un 2 o un 2,5% con respecto a los de 2010, o incluso "un poco más".

Biel, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, ha recordado que los Presupuestos de 2010 ya bajaron un dos por ciento con relación a los de 2009, y es posible que se vuelva a barajar una disminución similar, pero el vicepresidente ha insistido en que el marco general presupuestario aún le ha sido comunicado por el consejero de Economía, Alberto Larraz, que es quien está trabajando en ello.

El vicepresidente ha explicado que, antes de la reunión del Consejo de Gobierno, ha mantenido una "pequeña conversación" con el presidente, Marcelino Iglesias, sobre el proceso de elaboración de los Presupuestos, que se prolongará durante todo el verano para mirar, "con lupa", "partida por partida".

"No sé si serán 350 millones o más pero habrá que recortar", ha recalcado Biel, quien ha reconocido no obstante que será difícil con tantas y tan importantes competencias transferidas.

Será después, "si la otra parte quiere" (en referencia a su socio de Gobierno, el PSOE) cuando se entre en el "tema impositivo", que en todo caso "no corre tanta prisa" porque las medidas fiscales se incluyen siempre en la Ley de Acompañamiento, que hasta octubre no se remite a las Cortes de Aragón.

También ha dicho que además de fijar el marco general del presupuesto, lo importante es ver cómo se puede "incentivar a Madrid" para que el Gobierno central se "interese" por Aragón.

En este sentido, ha reconocido que las cosas van "despacio" en cuanto a las relaciones bilaterales, y que las comisiones de trabajo sobre infraestructuras, la reserva hídrica o los remanentes no funcionan al ritmo deseado.

Biel ha explicado que es probable que en las próximas semanas se reúna, para tratar estos asuntos, con el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías.

A su juicio, en este asunto de la bilateralidad se unen dos dificultades: la crisis económica y que ciertos dirigentes "no acaban de entenderla", y por eso, hoy por hoy, ha asegurado que no es optimista.