TRAVESÍA CENTRAL

Biel ve "síntomas negativos" en la ausencia de Blanco y el nulo eco en los medios nacionales

El PSOE se muestra satisfecho por el acto de apoyo a la TCP y el PP dice que se verá "en la próxima cumbre hispano-francesa".

Los matices fueron los que marcaron ayer las diferencias entre los partidos políticos a la hora de valorar el acto de apoyo a la Travesía Central del Pirineo (TCP) celebrado en Madrid el pasado miércoles. Unos matices cuyos extremos se dieron entre los propios socios de gobierno. Mientras la lectura hecha por el PSOE tras la declaración firmada por más de 30 organismos fue de nítida satisfacción, el PAR mostró un crudo escepticismo cuyo anclaje principal es la cantidad de oportunidades desaprovechadas hasta ahora para avanzar en esta reivindicación.


El vicepresidente del Gobierno aragonés y líder del PAR, José Ángel Biel, destacó en primer lugar como un "síntoma muy negativo" que el acto no hubiera tenido la más mínima repercusión en la prensa nacional. Biel basó también su escepticismo en otras dos circunstancias, una de ellas referida también al propio acto -la ausencia del ministro de Fomento, José Blanco- y otra de mayor contenido -el nulo aprovechamiento del semestre de presidencia española de la UE- para este proyecto. El vicepresidente recordó que han sido muchas las oportunidades perdidas en esta cuestión y que "no hay voluntad política". Para el presidente del PAR, el eje pireanico "no es compatible con el corredor mediterráneo". La TCP tiene que ser "la travesía", precisó Biel.


Eloy Suárez, portavoz del PP en las Cortes, consideró que el acto del miércoles había sido "de propaganda" y que se trata de "una buena foto" para la Travesía Central. Suárez dijo que es un eje que no se va a hacer y que en cualquier caso es algo que "se verá de verdad en la próxima cumbre hispano-francesa". "Pero Zapatero siempre mira a Cataluña en las cumbres", añadió. El dirigente popular, reconociendo la importancia máxima que tendría la TCP para Aragón, enfatizó que Francia no quiere su construcción.


Desde CHA, el portavoz adjunto Bizén Fuster calificó el acto como un avance importante, aunque "el Gobierno español no quiso escenificar un apoyo decidido", ya que no fue ni el presidente, ni ningún vicepresidente ni el ministro responsable, José Blanco. Fuster consideró que el apoyo del Ejecutivo español había sido "tibio". También destacó el escaso eco mediático de la declaración y añadió que fue elocuente la diferencia entre las representaciones de Portugal (acudió el embajador) y de Francia (un representante de la Embajada).

"Un paso adelante"


Para el coordinador y diputado de IU, Adolfo Barrena, fue "un paso adelante", que indica una tendencia. "Valoramos que han sido capaces de ponerse de acuerdo regiones, empresarios, incluso Estados aunque fuera con diferentes niveles de representación", dijo Barrena. Izquierda Unida espera que a partir de ahora este compromiso sirva para refozar la posición e impulse el proyecto con partidas presupuestarias que no sean meramente simbólicas.


El respaldo más entusiasta lo mostró el portavoz de Obras Públicas del PSOE, Ricardo Berdié. "Tenemos apoyos y muchos (comunidades autón omas, países, regiones...), estamos en el buen camino respecto a la línea política y tenemos razón, una razón que comparten muchos", dijo. Para Berdié, un acto como el del miércoles es un paso cualitativo, aunque "queda mucho trabajo por delante". Sobre la ausencia de Blanco, Berdié consideró que "el ministro estaría donde debía estar" y que centrarse en esta circunstancia "sería dar muestras de debilidad".