ZARAGOZA

Así eran las polémicas butacas

El sillón era definido por los técnicos como "una butaca muy cómoda": "La elegancia de sus formas, el tacto de la piel que presenta y el remate de los acabados la hace excepcional en su conjunto".

La mañana del viernes ha estado marcada por la polémica tras publicar HERALDO la adquisición de 36 sillas de diseño valoradas en 2.683 euros cada una. Los lectores mostraron su indignación en mayor y menor grado enviando centenares de mensajes de los que finalmente se publicaron más de 200 y que pueden leerse al pie de esta noticia.

 

Las sillas, destinadas a los 31 concejales y 5 asistentes técnicos, iban a colocarse en la sala de reuniones principal del edificio administrativo del Seminario.


La decisión se tomó este jueves, fuera del orden del día, durante una mesa de contratación que culminó un procedimiento negociado con publicidad que inició Urbanismo en julio. En la memoria del pliego de condiciones, se justificaba la compra por la necesidad de poner en funcionamiento la sala de reuniones principal, a la que se le quieren dar usos múltiples, incluidos actos del Gobierno local.


Allí hay una mesa con capacidad para 36 personas. El precio de salida de las butacas fue de 107.323,20 euros, por lo que el Ayuntamiento estaba dispuesto a gastar 2.981 euros por butaca, es decir, casi medio millón de pesetas. Fuentes de Urbanismo subrayaron que se trata de una sala "institucional", no de uso del Área.


"Se ha hecho un esfuerzo en dar notoriedad y simbolismo a esa sala porque representa a la Casa", añadieron. Indicaron además que en el Seminario se ha reutilizado numerosos muebles procedentes del Cubo y que "en ningún caso se ha tirado la casa por la ventana". También destacaron que los precios del mobiliario institucional no se pueden comparar con los del ámbito doméstico.


Modelo Derbi Dy02r

El pliego fue muy preciso: sillones de reunión con respaldo bajo, estructura de poliuretano rígido con insertos metálicos, patas metálicas de sección redonda, en acero cromado, ruedas de poliamida, acolchado de poliuretano expandido, estampado en frío con revestimiento en fibras acolchadas de látex y tapizado en piel de color beige. Explicitaba incluso el modelo: Derbi Dy02r de la firma Matteo Grassi "o equivalentes" (ver imagen que acompaña a este texto, tomada del catálogo de la citada empresa italiana). Se fijó un plazo de entrega de 20 días.


Concurrieron tres empresas, aunque se descartó a una por no cumplir los requisitos y compitieron solo dos: Jacinto Usán y Castilla Instalación de Oficinas. La primera, que había resultado la ganadora, se impuso con un precio de 96.590,88 euros. Presentó un sillón Derby, que es definido por los técnicos como "una butaca muy cómoda": "La elegancia de sus formas, el tacto de la piel que presenta y el remate de los acabados la hace excepcional en su conjunto". El sillón tiene estructura de poliuretano rígido, con acolchado de espuma.


Las 36 butacas modelo Aranda, que ofertó Castilla Instalación de Oficinas, tienen un precio de 48.859,20 euros, es decir, 1.357,2 euros la unidad. El asiento y el respaldo son de madera de haya y las patas son desmontables, fabricadas en tubo de acero. Precisamente esta es una de las desventajas que advierte el informe técnico. "El inconveniente de que tenga las patas desmontables es la dureza, siendo un suelo con moqueta al arrastrar la butaca es más fácil que la pata se doble o parta", indica. También subraya que el acolchado de goma espuma "tiende a reblandecerse".


Castilla Instalación de Oficinas obtuvo más puntos en lo referido al precio: 10 frente a 5,05 de Jacinto Usán. No obstante, esta segunda empresa logró la máxima calificación en calidad y diseño: 10 puntos frente a 3.