PRINCIPALES CANDIDATAS

Almunia y Rudi, simpatía contra liderazgo

Las dos principales candidatas a presidir la Comunidad Autónoma parten en tablas al compensar sus características y carencias.

La candidata popular a la presidencia de Aragón, Luisa Fernanda Rudi.
Almunia y Rudi, simpatía contra liderazgo
JOSé MIGUEL MARCO

Las características y las carencias relativas de cada una se compensan. Ambas parten prácticamente empatadas en esta carrera de fondo que es ganar las elecciones autonómicas del 22 de mayo de 2011 para ser presidenta de la Comunidad Autónoma de Aragón. Entre ellas hay una década de diferencias generacionales y políticas, de discurso, de trayectoria y de actitudes.


Eva Almunia (Esplús, Huesca, 1960), tiene en la simpatía, la proximidad, la confianza y la expectativa de futuro sus mejores bazas para lograr sus objetivos personales, impedir que los socialistas aragoneses entren en una crisis que no quieren ni sus adversarios políticos y poner la guinda dorada o el broche de oro a la carrera de su mentor y líder indiscutible e indiscutido del PSOE-Aragón, Marcelino Iglesias.


Luisa Fernanda Rudi Úbeda (Sevilla, 1950) tiene en su haber una trayectoria más larga, experiencia, conocer de cerca los problemas regionales, el liderazgo y la preparación para ser la inquilina del edificio Pignatelli la próxima legislatura. La que fuera alcaldesa de Zaragoza y presidenta del Congreso de los Diputados (por lo tanto de las Cortes Generales -tercera autoridad del Estado-) entre 2000 y 2004, afronta con más energía de la que cabía esperar su última gran batalla política y electoral. Batalla a la que acude para evitar una crisis de partido y para intentar darle expectativas de futuro, que pasan por estos próximos comicios.


El reflejo de cada una de ellas se está ya notando entre el conjunto de los electores. No hay más que comparar lo que los ciudadanos opinaban en abril y lo que opinan ahora. Los cambios son escasos.


Cuestión aparte es si eso será suficiente para lograr un último tirón, en un sentido u otro, que les permita ganar en unas elecciones muy reñidas.


En las que Almunia pugna por aguantar y minimizar las consecuencias de la crisis y Rudi parte con la ventaja de que mejorará lo que pasó en 2007. Ganará la que logre gobernar.