LA ÚLTIMA OSA PIRENAICA

Seis años de la muerte de Cannelle por el disparo de un cazador francés

El cazador francés Renée Marqueze mató a la osa Cannelle en una batida en busca de jabalíes, al encontrarse con el animal corriendo directo hacia él al borde de un precipicio. Fue condenado a pagar 11.000 euros por matar a una especie protegida.

El día 1 de noviembre de 2004, en un sendero del llano de Rouglan, cerca del pueblo pirenaico de Urdós, en una planicie boscosa a 1.200 metros de altura en el valle de Aspe, el cazador francés Reneé Marquèze disparaba a Cannelle, la última osa autóctona del pirineo aragonés.


Marquèze se encontraba con un grupo de cazadores en busca de jabalíes por la zona en la que solía moverse la osa, a sabiendas de que podía encontrarse con ella.


Declaró que lo hizo en defensa propia. Contó que mató a la osa de un tiro instintivo, efectuado desde la cadera, al darse la vuelta y sin apuntar, a una distancia entre cinco y ocho metros, cuando el animal corría hacia él por un sendero sin escapatoria.


El disparo mortal, del calibre 7,57 milímetros, alcanzó por la pata delantera izquierda a la osa, le atravesó el pulmón y salió por la pata trasera derecha. Después el animal cayó por un precipicio de 200 metros. Contaron los cazadores que después oyeron a su osezno, de diez meses, llamarla.


El Tribunal de Apelación de Pau condenó a Marquèze a pagar una multa de 11.000 euros por daños y perjuicios como responsable civil de una infracción de destrucción de una especie protegida. Desde el día del suceso, Marquèze dejó la práctica de la caza.