Las elecciones relegan la agenda aragonesa en el Congreso mientras Moncloa ultima gestos con la Comunidad

Sin presupuestos ni opciones de pacto para la financiación autonómica, el Gobierno prepara mejoras en las ayudas a Teruel y las subvenciones al transporte.

El presidente Jorge Azcón este jueves en la sede del Gobierno de Aragón.
El presidente Jorge Azcón en una imagen reciente.
Guillermo Mestre

En el interminable carrusel de convocatorias electorales, la agenda de reivindicaciones aragonesas en Madrid se ha visto, una vez más, relegada al olvido. Los próximos comicios en el País Vasco y Cataluña no solo han obligado a la prórroga presupuestaria, con el consiguiente freno a nuevas inversiones, sino que también han bloqueado cualquier atisbo de pacto en asuntos tan relevantes para la Comunidad como la financiación autonómica. Mientras, el Gobierno central prepara una serie de gestos con Aragón de cara a la otra gran cita con las urnas, las europeas, que van desde la mejora de las ayudas al funcionamiento de las empresas de Teruel hasta el aumento de la financiación del transporte público, pasando por los fondos para Stellantis.

Para el Gobierno, la prórroga presupuestaria "no es preocupante desde el punto de vista aragonés", asegura la socialista Begoña Nasarre. La diputada oscense cree que las de 2023 fueron cuentas "muy expansivas" que permiten mantener vivas las principales inversiones en la Comunidad.

Sin embargo, la cita con las urnas en dos comunidades clave para los socios de investidura de Pedro Sánchez se ha llevado por delante la principal herramienta de gestión del Ejecutivo, que se verá obligado a tirar de decretos para aprobar la subida del sueldo de los funcionarios o actualizar las entregas a cuenta a las comunidades, entre otros.

Además, se aplaza ‘sine die’ la reforma de la financiación autonómica, imposible en un contexto electoral, como demostró Cataluña con su exigencia de salirse del sistema con cupo similar al vasco. Para Pedro Navarro, diputado del PP por Zaragoza, la propuesta "rompería el principio de solidaridad y es inconstitucional". A su juicio, urge abordar este debate, pero denuncia la "dependencia" del Gobierno con el independentismo, que "perjudica a Aragón".

En la misma línea, Pedro Fernández, representante aragonés de Vox en el Congreso, lamenta que siempre que se plantea el debate de la financiación "los independentistas vascos y catalanes reclaman un trato privilegiado". "Mientras, en Aragón sufrimos hace décadas la discriminación que impide tener unos adecuados servicios públicos", censura.

Escaso margen

En el tablero político, uno de los principales afectados por la prórroga presupuestaria es Sumar, que pierde su mayor baza para introducir su agenda social y de inversiones en pleno ciclo electoral. Su representante aragonés, Jorge Pueyo, cree que el PSOE debería haber intentado sacar adelante las cuentas. "Lo respetamos pero no lo compartimos", dice el diputado de CHA en la coalición, que no obstante reconoce que con los próximos comicios "es muy difícil hacer política de verdad".

"Con la crispación se está perdiendo la agenda política aragonesa para hablar de la presidenta de Madrid y con el peligroso juego del ‘y tú más’", advierte. En cualquier caso, cree que aún hay margen para sacar adelante algunos de los principales compromisos adquiridos para la Comunidad en el acuerdo de investidura.

En este sentido, el Gobierno deberá equilibrar las promesas electorales en el País Vasco y Cataluña, donde compite con sus socios en el Congreso, con los anuncios en el resto de comunidades de cara a la campaña de las europeas, donde ambos partidos de coalición parten con muy malas perspectivas, según los sondeos.

El Ejecutivo, eso sí, no tendrá mucho margen para la sorpresa, sin opción para nuevas inversiones por la falta de presupuestos. En Aragón, una de las principales medidas en las que trabajan varios ministerios será la mejora de las ayudas al coste de funcionamiento de las empresas de Teruel, que han quedado en el limbo por la prórroga de las cuentas. Se espera un anuncio en este sentido en las próximas semanas desde la cartera de Seguridad Social.

Mientras, ya han comenzado los gestos con Aragón, con visitas como la del ministro de Industria, Jordi Hereu, para anunciar la concesión de otro paquete de ayudas millonarias para la planta de Stellantis en Zaragoza.

En materia de infraestructuras, el Ministerio dio luz verde la semana pasada a una inversión de 32 millones de euros para la mejora ferroviaria entre Ayerbe y Canfranc, después de que el Congreso respaldara el proyecto de reapertura de la línea internacional. También se ha desbloqueado la variante entre Borja y Maleján en la N-122.

De igual modo, se han prometido fondos adicionales para la movilidad urbana y para amortiguar la supresión de las paradas de bus estatal en Aragón. Y es inminente el pago de 7,4 millones de euros que Zaragoza perdió por no solicitar en tiempo y forma la subvención para el transporte público.

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