trabajo 

La telefonista 'número 17', una centenaria que jugaba en la Bolsa y fue profesora de jota

Mercedes Lahera, que fue homenajeada por Telefónica, donde trabajó 43 años, celebró su 100 cumpleaños con una tuna en el centro de mayores en el que reside en Zaragoza.

Mercedes Lahera, que fue homenajeada por Telefónica, donde trabajó 43 años, celebró su 100 cumpleaños en el centro de mayores en el que reside en Zaragoza

Mercedes Lahera Remón es una telefonista centenaria que nació coyunturalmente en Madrid el 25 de noviembre de 1923. Es hija de aragoneses que estaban en la capital española por motivos de trabajo del  padre, que fue capitán de la Guardia Civil y, por cierto, llegó a los 103 años. 

Ella cumplió hace unos meses 100 años en la Residencia Ballesol de la calle Salvador Allende de Zaragoza, donde reside desde 2023, y lo celebró rodeada de sus familiares. Allí recibió también hace unos días el Certificado del Centenario de Telefónica, empresa en la que trabajó durante 43 años.

Mercedes recuerda que fue una de las primeras mujeres que entró en el mercado laboral en España. Explica que su familia se trasladó a Calatayud cuando acabó la Guerra Civil (1936-39), después de que dejaran en libertad a su padre (Andrés Lahera). Lo habían llevado destinado a Maranchón, un pueblo de Guadalajara, y pasó los tres años preso. Durante ese tiempo, padre e hija se intercambiaban cartas. Mercedes estudió en el colegio hasta los 15 años, cuando estaban en Villajoyosa (Alicante) y desde allí se fueron hacia Calatayud. El padre era de Novallas y la madre de Magallón.

Aprendió a coser con su madre (Vicenta Remón), aunque no le gustaba mucho. Le obligaron a hacer seis meses de auxilio social y durante ese periodo trabajó en el Ayuntamiento de Calatayud de “escribiente”. Desde allí le llegó la posibilidad de examinarse para ser profesora de gimnasia, y lo hizo en Santander, donde también aprendió varios bailes regionales. Sobre todo se interesó por la jota. Dio clases en un instituto de la capital bilbilitana.

La telefonista centenaria Mercedes Lahera, en la Residencia Ballesol, donde fue galardonada hace una semana por su empresa Telefónica, que cumplirá 100 años en abril.
Mercedes Lahera, en la Residencia Ballesol de Zaragoza.
| Guillermo Mestre

“Había sido profesora de gimnasia en el instituto de Calatayud y me saqué también la plaza de Zaragoza, pero lo cambié porque mi padre estaba destinado en el puesto de Calatayud y me quedé allí. Cuando llevaba unos tres años dijeron que en esos puestos iban a dejar solo a los hombres, y las chicas teníamos que irnos. Y nos echaron”, recuerda. 

“¿Qué iba a hacer? Un profesor al que iba una de mis hermanas (fueron cuatro hermanos) me avisó de la oposición de Telefónica en Madrid. Se presentaron muchas mujeres y saqué el número 17”. Aprobó en 1945, cuando apenas tenía 22 años (el Gobierno de Franco no permitió que las mujeres siguieran trabajando cuando se casaban hasta que cambiaron la ley en 1962).

Telefónica rinde homenaje en Zaragoza a una centenaria de la compañía en la Residencia Ballesol.
Telefónica rinde homenaje en Zaragoza a una centenaria de la compañía en la Residencia Ballesol.
Telefonica

Sus primeros dos años de telefonista en la capital de España le llevaron hasta la sección de internacional porque se manejaba en francés, que había estudiado en el Bachiller. “Había una chica en Zaragoza que quería ir a Madrid y yo le propuse cambiarnos para venirme aquí”, recuerda con bastante lucidez y un aspecto por el que no parece haber pasado el siglo.

Al llegar a la capital aragonesa relata que fue de las clásicas telefonistas que ponían las clavijas de las conferencias en la sede de Telefónica en el paseo de Independencia, aunque al final de su carrera profesional, que fue en 1988 después de cumplir 43 años en la empresa, estaba destinada en la zona de averías, situada en el edificio del Portillo.

Telefónica señaló en una nota de prensa que dejó el recuerdo de una persona muy activa y con un gran compromiso. Ella sostiene que llegó a prepararse como enfermera para Telefonica y aprobó. “Pero al final renuncié porque tenía que ir a trabajar por la mañana. Entonces me quedaba en casa con mi madre y una hermana que era paralítica. Luego iba a trabajar por la tarde”, explica Mercedes, quien se lamenta de que ha perdido a toda su familia (eran cuatro hermanos).

Celebración de los 100 años de Mercedes Lahera en la Residencia Ballesol con la Tuna de la Experiencia.
Celebración de los 100 años de Mercedes Lahera en la Residencia Ballesol con la Tuna de la Experiencia.
Irene Pérez Redondo, Animadora sociocultural (Tasoc).

Con esa coyuntura, ella se pregunta con una sonrisa: “¿Cómo me iba a casar? Tenía mucha faena en casa”. Luego asume que fue “porque Dios no quiso” y ella recuerda que “la Biblia” es uno de los libros que más ha leído, aunque no tenía mucho tiempo.

El secreto de 100 años

Al rememorar toda una vida, esta centenaria tiene muy fresco el recuerdo de que cuando era profesora de gimnasia en el instituto de Calatayud se convirtió en la que les enseñó jota porque había aprendido en Santander. “Soy bailadora de jota tras haberlo estudiado y se lo enseñé a todas las chicas de Calatayud porque entonces no había nadie que lo hiciera. Tenía las clases llenas porque les gustaba tanto..., y todos querían aprender, hasta que me fui a Madrid (a Telefónica)”, señala.

Cuando se le pregunta cómo ha resistido los cien años, Mercedes Lahera responde muy rápido: “No he hecho más que trabajar toda mi vida, en una cosa u otra. Fui también modista y me hice profesora de corte, que lo aprobé con sobresaliente y guardo los títulos que tengo”.

Además, cuenta que ha vivido toda su vida cerca de la puerta del Carmen, en la calle García Galdeano, y así iba andando a las dos sedes de Telefonica, en el histórico paseo de Independencia y en el edificio del Portillo.

Mercedes Lahera celebra su 100 cumpleaños en la Residencia Ballesol.
Mercedes Lahera celebra su 100 cumpleaños en la Residencia Ballesol.
Irene Pérez Redondo, Animadora sociocultural (Tasoc).

Mercedes desvela que además de ir al mercado a comprar comida, ella fue una gran jugadora en la Bolsa porque las empleadas de Telefonica recibían acciones y cuenta que “ganó bastante dinero vendiéndolas y luego compraba otras”, como las del Banco Central o las de Ibercaja.

¿Qué le ha gustado en la vida?, le preguntamos. 

Con lo que más he ganado ha sido con la Bolsa, me gustaba mucho y eso las chicas no lo entendían. Yo no lo explicaba porque hacía falta mucha paciencia y salir de uno”, responde. “Me jubilé con 60 años y seguí jugando a la Bolsa. Mi hermana, que fue maestra, ganaba más de jubilación que yo de telefonista”.

Mercedes Lahera celebra su 100 cumpleaños en la Residencia Ballesol.
Mercedes Lahera celebra su 100 cumpleaños en la Residencia Ballesol.
Irene Pérez Redondo, Animadora sociocultural (Tasoc).

Al retirarse, Mercedes Lahera recuerda que la jefa de las telefonistas, María Pilar Fraile, fue a regalarle un ramo de flores a su puesto de trabajo, y que le hicieron “un acto muy bonito” en el Hotel París, donde acudió una tuna para celebrarlo.

Cuando cumplió los 100 años, la Tuna de la Experiencia también le acompañó en la Residencia Ballesol en un día muy especial, el 25 de noviembre de 2023, tras llevar más de un año en este lugar se ha ido acostumbrando, sobre todo le gusta el jardín. “Estoy bastante bien. He perdido a todas las amigas, que éramos quince. Aquí tengo compañeras”, concluye.

.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión