La moda sobrenatural del Aragón del siglo XIX: desde periódicos espiritistas a libros y cuadros dictados por fantasmas

La comunidad aragonesa llegó a tener hasta 8 periódicos espiritistas, sociedades especializadas en este ámbito y sesiones habituales con médiums dando cuenta del auge de este fenómeno.

Aragón llegó a tener hasta 8 periódicos espiritistas durante el siglo XIX.
Aragón llegó a tener hasta 8 periódicos espiritistas durante el siglo XIX.
Kristina Urresti

El auge y la difusión del espiritismo por toda Europa se genera en la Francia de mediados del siglo XIX – aunque se inicia en EEUU-y se propaga por países como España donde alcanza una gran difusión.

Aragón no es inmune a sus efectos y durante las décadas posteriores, la comunidad aragonesa vive una explosión de sesiones espiritistas, aparecen sociedades especializadas en el tema, proliferan los médiums y se publican un gran número de artículos dedicados a estas cuestiones.

A partir del siglo XIX “cobran fama los adivinos y curanderos, cuyas figuras pervivieron de siglos anteriores, vinculados a esta brujería, a los que también se les atribuyen capacidades adivinatorias, pero sobre todo, llega desde Francia el espiritismo con una amplia difusión por Aragón”, afirma Ángel Gari, doctor en historia y especialista en brujería. 

Es entonces cuando “aparecen las sesiones espiritistas en las que se pregunta al supuesto espíritu acerca de cuestiones del futuro, la escritura automática donde se manifiesta para interpretar lo que va ocurrir y las personas que entran en trance y a las que se preguntaban todo tipo de cuestiones”, enumera Gari.

Un oscense, el precursor en Aragón

“En la década de 1860 el espiritismo era ya una práctica extendida por el país, y en Madrid, en 1862, la conoció un oscense que será clave para su propagación: el vizconde Antonio de Torres-Solanot y Casas (1840-1902), periodista y político, hijo y heredero de una familia terrateniente, liberal y republicana”, escribe el doctor en psicología y profesor de la Universidad de Barcelona, Pepe Rodríguez.  

Lo hace en su artículo ‘Sectas y sectarios en el Aragón del siglo XIX: humanistas y librepensadores en busca de nuevos cauces y valores para superar una sociedad en crisis”. Una publicación elaborada a partir de la conferencia ‘Sectas y sectarios en el Aragón del siglo XIX: descontentos y librepensadores en una época que buscaba nuevos cauces’, pronunciada por el autor en el Instituto de Estudios Altoaragoneses.

El vizconde de Torres-Solanot fue pionero del espiritismo en España y el mayor publicista de una causa a la que, tras abandonar la política activa, en 1868, dedicó su vida. Torres-Solanot escribió un libro sobre el tema, ‘La médium de las flores’, que tuvo una gran repercusión a nivel mundial y fue el precursor y director de varios periódicos espiritistas que se crearon en Aragón y en España. ‘El Criterio Espiritista’, publicada por primera vez en Madrid en 1868, fue la primera de las 102 publicaciones espiritistas que verían la luz en España y Torres-Solanot la dirigió desde 1872.

'El Criterio Espiritista' fue la primera de las 102 publicaciones espiritistas que verían la luz en España.

Aragón no fue ajena a este fenómeno donde Torres-Solanot también ejercía una influencia activa. Así, “la difusión de estas prácticas se produce con mucha intensidad sobre todo en el medio urbano y entre las élites comerciales e intelectuales zaragozanas”, destaca Ángel Gari. “De hecho, en esa época, coexistieron hasta 8 periódicos espiritistas en nuestra comunidad”, añade. ‘El Progreso Espiritista’, refundado posteriormente como ‘El Criterio Espiritista’, ‘El Espiritista’, ‘Un periódico Más’ o ‘El Iris de Paz’, fueron algunos de ellos. Este último, publicado desde Huesca desde 1883, bajo la dirección de Domingo Monreal, impulsor del espiritismo en el Alto Aragón.

Portada del periódico espiritista 'Iris de Paz', que se publicaba en Huesca a mediados del siglo XIX.
Portada del periódico espiritista 'Iris de Paz', que se publicaba en Huesca a mediados del siglo XIX.
Biblioteca Nacional de España

Un libro "dictado por espíritus"

Los libros dedicados a esta temática también se sucedían y destaca ‘Marietta: páginas de ultratumba de dos existencias’ que se publicó en la capital aragonesa en 1870 de la mano de Torres-Solanot y de la Sociedad Progreso Espiritista de Zaragoza. “Se trata de una obra ‘comunicada’ por los espíritus de Marietta y Estrella al médium Daniel Suárez Artazu. Fue muy solicitada por los espiritistas de todo el país y gozó de un gran éxito”, explica Pepe Rodríguez.

"Se trata de una obra 'comunicada' por los espíritus de Marietta y Estrella al médium Daniel Suárez Artazu".

Tuvo sucesivas ediciones, se tradujo al italiano y en su prólogo se detalla el método de elaboración de la obra: ‘Colocado el médium en actitud de escribir con un socio a su frente para sujetar y colocar el papel, toma un lápiz grueso que apoya suavemente sobre aquel y, después de haber invocado mentalmente al espíritu con quien se desea comunicar, instantáneamente se pone en movimiento la mano, trazando con velocidad inconcebible las ideas que tiene a bien emitir el espíritu invocado’.

Portada del libro espiritista 'Marietta; páginas de dos existencias y páginas de ultratumba'.
Portada del libro espiritista 'Marietta; páginas de dos existencias y páginas de ultratumba'.
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

Un cuadro "inspirado por Goya"

El espiritismo se infiltró igualmente en otro tipo de artes y hubo un amplio colectivo de pintores en Aragón que se adhirieron a esta moda. Ese fue el caso de Victoriano Balasanz, que firmaba algunas de sus obras como médium

Balasanz realizó un “dibujo a pluma de la figura de busto de Jesucristo que firmará por dos veces de este modo: ‘Médium Balasanz’, con la aclaración: ‘Inspirado por Goya’”, escribe el catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, Manuel García Guatas en su artículo ‘Influjos del Espiritismo en la cultura y en pintores aragoneses’. 

Dibujo del pintor Victoriano Balasanz, que lo firmó como médium e "inspirado por Goya".
Dibujo del pintor Victoriano Balasanz, que lo firmó como médium e "inspirado por Goya".
Balasanz

Ambas obras, tanto el libro ‘Marietta’ como el dibujo de Balasanz eran presentados como expresiones artísticas “realizadas en trance o en estado mediúmnico”, señala Gari, y fueron una expresión más de la moda de esta corriente que arraigó con fuerza en Aragón durante décadas.

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