Despoblación en Aragón: "No tenemos médico todos los días y se necesita coche para ir al centro de salud"

El medio rural sufre la pérdida de servicios básicos y esenciales. Vecinos de Uncampillo y Rubielos de Mora cuentan las carencias a las que se enfrentan en su día a día.

José Luis Andreu (médico de Campillo de Aragón), Inma Moreno (vecina de Campillo) y Ángel Gracia (alcalde de Rubielos de Mora)
José Luis Andreu (médico de Campillo de Aragón), Inma Moreno (vecina de Campillo) y Ángel Gracia (alcalde de Rubielos de Mora)
Macipe/Javier Escriche

La despoblación que afecta a Aragón se ceba en servicios esenciales que sufren recortes y que pueden llegar a desaparecer. Algunos vecinos y el médico de Campillo de Aragón, una localidad de la comarca Comunidad de Calatayud de unos 120 vecinos, relatan cómo ven estas carencias que contrastan con las ventajas de vivir en un pueblo. Los habitantes de esta localidad rayana con Guadalajara alaban el esfuerzo sanitario y redoblan sus quejas sobre la carretera A-202.

Por su parte, el alcalde de Rubielos de Mora, Ángel Gracia, reivindica prestaciones tan básicas como la oficina de Correos que cerró sus puertas el pasado 1 de febrero. Una bajada de persiana que se suma a otras carencias que no se han solucionado, como la falta del auxiliar de educación especial que precisa el colegio.

José Luis Andreu, médico de Campillo de Aragón el el vestíbulo del consultorio médico
José Luis Andreu, médico de Campillo de Aragón el el vestíbulo del consultorio médico
Macipe

"Lo positivo de zonas así es que puedes hacer mejor las consultas porque no acabas saturado"

José Luis Andreu tiene siempre abierta la puerta del despacho médico de Campillo de Aragón, al que se entra desde la plaza San Antón por una puerta en cuyo marco superior sigue vigente un viejo cartel con la inscripción 'consultorio médico'. Valenciano de origen, lleva más de una década trabajando en el entorno de Calatayud desde que acabó su etapa como residente y el último año y medio es uno de los profesionales que prestan servicio en la zona que coordina el centro de salud de Alhama de Aragón. En su caso, acude a Cimballa, Llumes y Abanto, además de estar en Campillo los martes y los viernes y de atender en ocasiones en el punto de atención continuada de Nuévalos.

"Para las especialidades, como trauma o dermatología, sí que la gente tiene que bajar a Calatayud. A Nuévalos también tienen que acudir algunas veces, por ejemplo, para las extracciones, porque aquí tenemos lo más básico. Pero también es verdad que la enfermera a quien no puede ir a Nuévalos, le saca sangre aquí", explica Andreu. 

"Alguno se te acerca y te dice que le duelo aquí, y lo miras y le puedes decir o que se venga a la consulta o ver que no es nada grave"

En ocasiones, hasta esas consultas se resuelven en plena calle o en el momento del café en el bar: "Alguno se te acerca y te dice que le duele aquí, y lo miras y le puedes decir o que se venga a la consulta o ver que no es nada grave".

Al problema de la dispersión, Andreu suma otro: la digitalización. "Yo subo, aunque no haya citas porque las personas más mayores no pueden cogerlas por internet", puntualiza. Para cubrir esas posibles consultas que surjan, él acude los martes de 11.30 hasta casi las dos de la tarde y los viernes desde las 9.30 a las 11.30. "Lo positivo de zonas así es que respecto a una zona urbana donde he llegado a pasar 50 consultas, aquí tienes muchas menos y puedes hacerlas más tranquilamente y hacerlas mejor, porque no acabas saturado", remarca.

A sus 73 años Inma Moreno sigue al pie de la tienda de Campillo de Aragón
A sus 73 años Inma Moreno sigue al pie de la tienda de Campillo de Aragón
Macipe

"Aunque no tenemos médico todos los días, nos facilitan todo y es de agradecer"

A sus 73 años Inma Moreno sigue trabando al frente de la tienda de la localidad. Hace su propia valoración de la situación: "No tenemos médico todos los días, pero nos facilitan todo y es de agradecer". En el tablón de anuncios del ultramarinos cuelgan dos avisos: el reparto de la farmacia es el viernes a las 14.00 y que la cita con el dentista tiene que hacerse para ir a Calatayud.

Según detalla Moreno, para acudir a Nuévalos "o tienes carné de conducir y coche o te tienes que apañar para que te lleven" y recuerda como hace años al caerse por la noche su pareja la tuvo que llevar casi a media noche: "Me di un golpe en el ojo, pero, anda, para bajar por esta carretera", reconoce. "Si no puede mi marido, pues tendría que buscarme cómo ir", explica detrás de su mostrador. Esta situación es lo habitual en zonas rurales como Campillo ya que "mucha gente es mayor y aunque algunos conservan el carné, otros ya no".

"Ahora en invierno vivimos muchos menos de los empadronados, pero en verano pasa al revés y se multiplica la población, pero muchos no trasladan la cartilla"

Precisamente en el bar, José Javier Muñoz, uno de los pocos vecinos que uno se encuentra en el municipio en una mañana laborable, apunta a una distorsión que ocurre también en muchos pequeños municipios: "Ahora en invierno vivimos muchos menos de los empadronados, pero en verano pasa al revés y se multiplica la población, pero muchos no trasladan la cartilla".

Sin embargo, a su juicio, lo peor está en otro plano: "El mayor problema es la carretera que tenemos", incide José Javier Muñoz. Es la carretera A-202 que entre el Monasterio de Piedra y el límite provincial es una vía en la que apenas caben dos coches, con infinidad de curvas cerradas y de mala visibilidad y en la que son habituales los accidentes. "Es una carretera que, sobre todo en verano, utilizan los valencianos y madrileños para venir al Monasterio y algún día pasará algo grave", advierte Pedro Alonso, otro habitante.

Ángel Gracia, delante de la oficina de correos que acaba de cerrar
Ángel Gracia, delante de la oficina de correos que acaba de cerrar
Javier Escriche

"El mundo rural sufre un castigo que se contradice con el discurso oficial"

Rubielos de Mora se quedó sin su oficina de Correos es pasado 1 de febrero al acabarse el contrato de la cartera encargada de esta localidad y de las vecinas Nogueruelas y Fuentes de Rubielos y no procederse a su sustitución. Desde entonces, el reparto de la correspondencia ordinaria ha dejado de ser diario y para hacer cualquier gestión en Correos los vecinos tienen que desplazarse a Mora de Rubielos.

Y no es el primer recorte de servicios que sufre Rubielos, que empezó el presente curso escolar sin transporte hasta el instituto correspondiente, en Mora, y sin la auxiliar de educación especial que precisa su colegio. El primer problema se ha corregido –aunque persisten dudas sobre la calidad de la prestación–, pero el segundo se mantiene con una solución insatisfactoria: una auxiliar compartida con Alcalá de la Selva.

La tijera también ha llegado a la sanidad porque Rubielos de Mora ha pasado de tener consulta médica abierta los cinco días laborales de la semana a solo cuatro por falta de facultativos en el área de salud de Mora de Rubielos, un problema compartido con otros centros de salud de la provincia.

El recorte del servicio de Correos, que afecta a otras ocho localidades de la provincia por la negativa de la empresa pública a cubrir las plazas vacantes, indigna al alcalde, Ángel Gracia, que criticó el reparto en "precario" de la correspondencia que se hace ahora y reclamó la reapertura de la oficina local. Gracia lamentó este nuevo "castigo al mundo rural, que se contradice con el discurso oficial de lucha contra la despoblación".

El Ayuntamiento ha contactado con la empresa pública Correos y con la Subdelegación del Gobierno para evitar que el recorte de servicio se perpetúe. El alcalde reclamó "una solución rápida" para normalizar el reparto y reabrir la sede local. Ángel Gracia denunció que esta merma de prestaciones "se añade a otras pérdidas de servicios". En la raíz del problema está la voluntad de la empresa pública de reducir costes, aunque, según sostiene una nota de prensa de Correos, "el servicio está plenamente garantizado" con una "asignación eficiente de los recursos".

La alcaldesa de Nogueruelas, Isabel Alajarín, critica que las cartas para los vecinos solo se repartan dos veces a la semana, lo que genera demoras inadmisibles. Alajarín explicó que, como el reparto se hace ahora solo por las tardes, el Consistorio ha instalado un buzón para recibir la correspondencia que hasta el pasado 1 de febrero recibía puntualmente cada mañana. El alcalde de Fuentes de Rubielos, Luis Catalán, lamentó que el problema que parecía "solo cosa de unos días" va camino de un mes de duración. Catalán señaló que la cartera que suple "como puede" la vacante "va estresada" para llegar a todos los pueblos asignados.

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