educación
Fapar exige una "ágil" licitación del comedor escolar de Zaragoza tras "cuatro años caducada"
Las familias critican el "enésimo retraso" y piden mejorar la calidad, reducir la burocracia y facilitar la participación de los progenitores.
La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de la Escuela Pública de Aragón (Fapar) ha denunciado el "enésimo retraso" en la licitación de los comedores de la provincia de Zaragoza. "Después de casi cuatro años con una licitación caducada y de los numerosos problemas que las ampas vienen denunciando de forma recurrente en la calidad de los menús escolares, la noticia de un nuevo retraso en la licitación ha generado estupor e indignación entre las familias", ha subrayado su presidente, Raúl Luis, en una nota enviada a los medios.
Se ha referido así a la decisión tomada la semana pasada por el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón (TACPA) de tumbar los pliegos al aceptar un recurso especial de la Asociación empresarial de restauración de colectividades. Ante este escenario, Fapar ha instado a que "se subsanen las deficiencias" que han anulado la licitación y se agilice la nueva, "porque las familias no pueden seguir esperando indefinidamente que el servicio mejore mientras la alimentación de miles de niños y niñas está en juego".
Asimismo, han pedido al Servicio Provincial de Educación de Zaragoza que sea sensible a las quejas que de "forma constante" se le trasladan, para asegurar la calidad del comedor y la participación de las familias a través de las comisiones que deben funcionar en todos los centros.
"El comedor escolar es un servicio complementario esencial, que contribuye al desarrollo de nuestros hijos, ayuda en la conciliación a las familias, fomenta una educación en hábitos alimenticios saludable, contribuye a la convivencia del alumnado y compensa desigualdades garantizando una comida digna al día a muchos niños", han recordado, al tiempo que han insistido en que el servicio ha ido "deteriorándose" en los últimos años, debido a la introducción de la línea fría. También han criticado la "ingente burocracia" que supone para lo centros y la "falta" de participación de las familias.
