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Arán Lozano: "El hormigón será el resto arqueológico del futuro"

El artista (Zaragoza, 1988) forma junto a Clara Campo el estudio creativo Amarist, que expone la muestra ‘Aqua Fossil’ en el IAACC Pablo Serrano hasta el próximo 31 de marzo. 

Arán Lozano junto a una de las obras expuestas en el Serrano.
Arán Lozano junto a una de las obras expuestas en el Serrano.
José Miguel Marco

¿Qué tipo de brujería han hecho con el alabastro para que se moldee a su antojo?

Siempre vemos las piedras como un material rígido, que se puede tallar pero poco más. Crear estas formas tan orgánicas con un interior hueco que deja pasar la luz es lo que más sorprende de la exposición ‘Aqua Fossil’, que he montado junto a mi socia Clara Campo (Amarist Studio) en el museo Pablo Serrano.

Sí, pero no me ha contestado...

Muchos espectadores se preguntan cómo están hechas las esculturas, si hay algún molde, pero la técnica que aplicamos es fruto de una investigación histórica, geológica y química sobre la formación del mineral, que devuelve al alabastro a su origen acuoso.

Desarrolle...

La composición química del alabastro se basa en sólo dos moléculas: sulfato de calcio y agua, lo que podría traducirse poéticamente como agua fosilizada.

¿Eso es lo que querían expresar con este proyecto?

Mostramos un futuro próximo en el que el agua, fuente vital de vida del planeta, ha desaparecido y queda únicamente en estado fósil. Es una visión conmovedora del impacto que la ausencia de agua tendría en nuestro medio ambiente y nos recuerda la urgencia de preservar los recursos naturales.

¿Qué acogida está teniendo?

La gente agradece ver algo diferente. En un museo se suelen encontrar cuadros colgados o esculturas expuestas y lo que hacemos es un formato más dinámico, que atrae a un público más joven.

Contribuye también la divulgación por redes sociales...

Es una exposición muy visual y parte del recorrido está pensado también para que fuese captado y compartido en redes. Mucha gente joven –quizá es menos asidua a las galerías de arte– está viniendo y cruzando esa frontera que a veces es la puerta de un museo.

Hay piezas que penden de cables y pesan 300 kilos. No quiero imaginar la odisea que sería el montaje de esta muestra.

Hay 18 toneladas de alabastro en distintos formatos y ha sido una de las exposiciones más complicadas de montar por los permisos de circulación de los camiones, las grúas o, incluso, por el hecho de que hubo que reforzar parte de la estructura del techo para colgar la escultura. El montaje duró unos doce días intensivos para siete u ocho personas.

Amarist había triunfado en otras ciudades pero aún no había expuesto en su tierra...

En diciembre estuvimos en Art Miami, en octubre en Londres y participamos también en París, en la feria de diseño de Suiza, en Nueva York... Trabajamos con galería holandesa y en España habíamos hecho muy poca cosa. Por eso nos hace mucha ilusión que esta exposición se haga en casa pero que atraiga, incluso, a periodistas especializados de Madrid.

Trasladar estas piezas allende los mares tampoco será sencillo...

La logística a día de hoy es carísima para las ferias. Lo mejor es que las piezas se vendan y no vuelvan.

¿Cuál diría que es su museo preferido?

En España me quedaría con el Reina Sofía, aunque hay otro centro joven y privado, el Moko Museo de Barcelona, que tiene muchísimo nivel. En cuanto a ferias, me gusta la iniciativa de Arco Madrid y de Urvanity Art.

¿Temen cansarse del alabastro?

Aunque ya habíamos hecho piezas antes, este interés por investigar el origen pétreo y crear un lenguaje nuevo viene de 2019. Creo que el alabastro seguirá presente en nuestro trabajo en los próximos años pero queremos introducir otros materiales. El hormigón, por ejemplo, es el material más producido actualmente y será el resto arqueológico del futuro. La arquitectura es testigo insobornable del paso de la historia. También nos interesan materiales que hablen de reciclaje y del impacto ambiental.

¿Debería Aragón presumir de su cantera (no futbolística)?

En la cuenca del Ebro se encuentran los principales yacimientos de alabastro del mundo. Nosotros hemos podido evolucionar gracias a la proximidad de las canteras de Gelsa, con cuyos responsables tenemos una relación estrecha. Nos han permitido conocer el proceso de extracción, las técnicas, el material... A veces seleccionamos descartes de las piedras o mezclas con cuarzos y otros minerales para probar cortes y nuevas texturas.

Amarist es un estudio puntero... ¡con sede en Boltaña!

Mi socia nació y vive en Barcelona, pero su padre es de Boltaña. Yo nací en Zaragoza pero me he criado también en Boltaña. Fui al colegio allí y ahora es donde resido habitualmente.

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