"Las azafatas de tren pueden llevar pantalón y ya no pasan frío gracias a Labordeta"
El Ateneo de Madrid acoge la presentación de dos cómics sobre la etapa en el Congreso y en la televisión del político aragonés.
«La figura de José Antonio Labordeta sigue vigente, muchos todavía nos sentimos algo huérfanos», comentaba Daniel Viñuales, editor y guionista de los tres cómics que ha lanzado la fundación que lleva el nombre del carismático político y cantautor aragonés, fallecido en 2010. La familia y los autores tenían pendiente una presentación oficial, con amigos y compañeros, de los dos últimos ejemplares, centrados en su etapa en el Congreso y en el programa de televisión ‘Un país en la mochila’. Y este martes se reunieron todos ellos en el Ateneo de Madrid, donde afloraron anécdotas, vivencias y recuerdos que ahora se pueden conservar en formato viñeta (GP Ediciones).
«Después de muchos libros, exposiciones y el documental premiado con un Goya, nos planteamos qué hacer para llegar a más gente, en especial a los jóvenes, y apostamos por un cómic», relató Ana Labordeta, hija de José Antonio, acompañada por su hermana Ángela. Se lo propusieron a Viñuales, junto al dibujante Carlos Azagra y la colorista Encarna Revuelta, y «tardaron medio segundo en aceptar».
Tras el primer cómic, ‘TBO Labordeta’, que ya ha agotado la octava edición, se lanzaron a por el segundo, centrado en la etapa de diputado y titulado ‘Señoría Labordeta’. «Los primeros años fueron muy duros, con la mayoría absoluta del PP, el 11-S, el 11-M... Íbamos a buscarle a la salida del Congreso para tomar un café con churros y animarle». rememoró Ana.
«Esa etapa estuvo muy marcada por el ‘¡ala mierda!’, lo que eclipsó su trabajo, un trabajo intenso, solitario y sacrificado que hemos tratado de reflejar», señaló Viñuales. Revuelta compartía esta visión. «Viniendo en el tren hemos visto a las azafatas con pantalón y hemos recordado que, cuando era diputado, le pidieron que llevara al Congreso su demanda de poder llevarlo si querían, porque les obligaban a ir con falda y pasaban frío. Lo hizo y lo consiguió», ejemplificó la responsable del color de los cómics.
Recordó, igualmente, cómo sorprendió que coloreara a todos los diputados «muy niquelados» mientras que los zapatos de Labordeta parecen manchados de tierra de los caminos. «Pero es que yo lo veía así, recogiendo la voz de los sin voz, recorriendo los pueblos, no en la oficina», relató.
El tercer cómic, ‘¿A dónde vas Labordeta?’, se adentra en una de las etapas «más felices» de la vida del polifacético personaje, la que le llevó a recorrer España con el programa de televisión ‘Un país en la mochila’. «No pudo decir que no, era un proyecto muy atractivo en el que disfrutó muchísimo con un pequeño equipo de apenas nueve personas», detalló su hija Ana ante el centenar de asistentes al acto, entre familiares, amigos, compañeros de CHA como Jorge Pueyo y Chesús Yuste, o el propio director de aquel mítico espacio televisivo, Emiliano de Pedraza.
«Ahora que se habla tanto de la España vaciada, él dio voz a los pueblos olvidados», reivindicó Revuelta. «Al abordar el proyecto, tenía claro que quería darle vidilla con San Lamberto», comentó Viñuales sobre una figura que aparece de una forma u otra en los tres cómics. El guionista se entrevistó con los protagonistas de aquella etapa de la vida de Labordeta, incluso con algún personaje de sus capítulos. «Fue una gozada que me contaran sus anécdotas», reconoció.
Para Ana, revisitar la vida de su padre a través de estos cómics le hace entender, pese a «esa mirada de la izquierda depresiva y pesimista que tenía» que «realmente fue un hombre muy feliz».
