El presidente de Murcia, Fernando López Miras, ha pedido este lunes al Gobierno central que convoque de forma urgente a todas las comunidades autónomas para diseñar un nuevo Plan Hidrológico Nacional que dé respuesta a las necesidades de los territorios ante la sequía. En dicha propuesta, además, se ha mostrado partidario de incluir el trasvase del Ebro a Cataluña que plantea la Generalitat, una iniciativa que ha generado un rechazo frontal por parte de las instituciones aragonesa y de su compañero de partido, el presidente de la DGA, Jorge Azcón, que en respuesta ha reiterado su posición desde sus redes sociales: «No nos sobra agua», ha advertido.

El dirigente murciano ha pedido que el problema del agua se aborde “con rigor y criterios técnicos” y “siempre como una cuestión de estado”, reclamaciones que la Región de Murcia “lleva poniendo encima de la mesa desde hace años”, en declaraciones recogidas por la agencia EFE.

En esa línea, López Miras ha exigido “no estigmatizar los trasvases”, que son “un caudal de solidaridad y de justicia”, y ha insistido en manifestar su solidaridad con aquellos territorios que se encuentran en una situación más delicada asegurando que respaldará “cualquier planteamiento” que se ponga sobre la mesa para “llevar agua de donde sobra a quien lo necesita”.

“Si Cataluña necesita un trasvase, adelante, cuenta con todo nuestro apoyo”, ha dicho, y lo mismo ha repetido para el caso de Andalucía, al tiempo que ha insistido en que no se puede abordar el problema de la escasez de agua “de forma aislada” porque es una “cuestión de país”.

En ese sentido, ha considerado que “es triste ver cómo en Cataluña y Andalucía se plantean restricciones, a la vez que en Segovia tienen que abrir pantanos porque no tienen más capacidad para almacenar agua”, algo que escapa de toda lógica.

Un discurso similar ha defendido su homólogo andaluz, Juanma Moreno, que ha pedido a la Moncloa que “se ponga las pilas” para acelerar las inversiones en infraestructuras ante la grave sequía que sufre la comunidad. Y como ya manifestó la semana pasada, ha vuelto a defender la posibilidad de ejecutar trasvases entre cuencas, haciéndolo siempre “con todas las garantías” y buscando el “consenso” de los territorios implicados.

El presidente andaluz, también del PP, ha apelado la “solidaridad territorial” y ha apostado por la “pedagogía” para salvar la “resistencia” de las comunidades llamadas a ceder sus recursos hídricos.

Desde la DGA, en cambio, se mostraron tajantemente en contra de estos planteamientos. «El Gobierno de Aragón se opone a cualquier trasvase de aguas del Ebro fuera de la cuenca hidrográfica. No nos sobra agua», ha dicho el presidente Azcón a través de sus redes sociales. «Tenemos muchas necesidades de abastecimiento y regadío presentes y futuras y hay herramientas más sostenibles y viables que los trasvases para resolver los problemas de otras zonas que también demandan agua», añadió.

«Son proyectos caducos, trasnochados, ineficaces, insostenibles y que contravienen las directivas europeas», apunta en la misma línea el consejero Roberto Bermúdez de Castro. «Lo que hay que hacer es acabar las obras de regulación pendientes en Aragón», reivindicó.

Competencias estatales

Ante una nueva jornada de reivindicaciones autonómicas frente a la sequía, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que la “preocupación” del Ejecutivo central ante la sequía “es importante”. Por ello, se ha ofrecido a “acompañar las competencias propias de las comunidades y acelerar las competencias del Estado” como fórmula para atajar el problema.

“Sabemos que la planificación hidrológica debe incorporar inversión en infraestructuras para anticipar escenarios más complejos en los años por venir. Y ahora, a pesar de ese esfuerzo por parte del Ministerio, creemos que es imprescindible acompañar en sus competencias a las dos comunidades autónomas”, ha declarado en referencia a Cataluña y Andalucía. Como receta inmediata, y sin referirse específicamente a los trasvases que reclaman desde estos territorios, ha apostado por el “abastecimiento de agua a la población” y la “búsqueda de soluciones de infraestructuras que no fueron preparadas a tiempo y que pueden afectar de forma importante a una muy buena parte de la población”.

Ribera se ha mostrado partidaria de tomar "medidas excepcionales" ante la gravedad de la situación y de "colaborar" entre las distintas administraciones.

La ministra, que se postula como posible candidata del PSOE a las elecciones europeas, ha tendido la mano en varias ocasiones durante la última semana a los gobiernos andaluz y catalán, pero ha evitado referirse a la propuesta de la Generalitat de ejecutar nuevas conexiones de agua desde el río Ebro hasta el Priorato (Tarragona). Ribera se ha limitado en todo momento a declarar que no ha recibido ninguna petición oficial de trasvase, pero también ha apelado a la «solidaridad» entre los territorios y desde el Gobierno central. «Es fundamental apoyarnos los unos a los otros», sugirió este lunes.