Sentira, la importancia de darle a cada persona el apoyo que demanda, donde realmente lo necesita
Valentia ha puesto en marcha una propuesta de atención orientada a la población infantil y juvenil con diversas necesidades de apoyo y también a sus familias.
El próximo año, Valentia celebrará su sesenta aniversario y lo hace convertida en todo un referente en la provincia de Huesca en su afán por ofrecer a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y a sus familias todo el apoyo necesario para desarrollar una vida plena.
Y como fruto de esta filosofía, hace unos meses surgió el proyecto Sentira, que pone su foco de atención en la población infanto-juvenil con dificultades en su desarrollo, tanto en el ámbito psicológico y emocional, como también en el físico, sensorial, neurológico, del aprendizaje…así como cubrir las necesidades propias de las familias. "Se trata de unas prácticas centradas en la familia porque creemos que, una de las claves para obtener unos resultados significativos, está en capacitar a la familia e incluirla totalmente en el proceso de intervención. Queremos desarrollar la terapia en contextos naturales, más allá del tratamiento en consulta, donde la atención se presta en la sala ambulatoria. Es un proyecto pionero en Huesca, pero muy popular en otros países europeos o en Estados Unidos", indica Berta Carrera, responsable del proyecto Sentira.
Para ello, los especialistas se desplazan hasta el lugar donde se demanda su apoyo, que puede ser la casa donde el niño tiene problemas a la hora de vestirse, o al colegio, donde le cuesta llegar hasta la fila de entrada a clase.
Sentira se guía por un enfoque transdisciplinar, en el que interviene un equipo formado por un psicólogo, una pedagoga, un terapeuta ocupacional y una terapeuta familiar que, en estos momentos, atienden a alrededor de 35 familias, cuyos hijos tienen unas edades que van desde los 6 años hasta la juventud.
En cuanto a sus líneas de trabajo, en el centro se apuesta por un trabajo preventivo, en el que prima la atención terapéutica individual, siempre que sea posible, con el apoyo de su familia, y combinándola con talleres de grupo, de manera que esté cubierta la parte terapéutica con el ocio y disfrute.
También realizan sesiones de terapia familiar. "La mayoría de los familiares sufren un importante agotamiento personal, físico y emocional, que altera la relaciones con el resto de los miembros. Por eso, es tan importante apoyarles", matiza.
Además, están apostando por la sensibilización y formación en los centros educativos, para que compañeros y docentes puedan conocer las características y se muestren más receptivos no solo con los alumnos TEA sino también con niños y jóvenes con dificultades físicas, psíquicas y sensoriales, ya que en el centro trabajan todos los desafíos dentro del desarrollo infanto-juvenil. "Nuestro reto es conseguir para ellos apoyos personalizados, participación y oportunidades de inclusión y convivencia", concluye.
Más información en:
Travesía Ballesteros, 21. Huesca. www.sentira.es
