Un proyecto para eliminar la brecha digital que sufren las personas con discapacidad intelectual

Buscar ofertas de empleo, pedir una cita en el médico, hacer una transferencia bancaria, comprar unas entradas de cine… Son gestos sencillos para la mayoría, pero que pueden resultar un problema para miles de personas con discapacidad intelectual o dificultades de comprensión. La expansión de internet en áreas vitales como la salud, la educación o el empleo acrecenta la brecha digital que sufren estos individuos y limita sus derechos.

Ante esta realidad surge 'Transformación digital para la inclusión', un proyecto liderado por Plena inclusión España, enmarcado dentro del Plan de Recuperación y Resiliencia del Gobierno de España, coordinado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, y financiado gracias a los fondos europeos Next Generation.

"Desde nuestro movimiento asociativo llevamos años peleando por que se reconozca la urgencia de reducir la brecha digital a la que se enfrentan la inmensa mayoría de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo", reivindica Carmen Laucirica, presidenta de Plena inclusión España. El objetivo final es lograr que la tecnología pase de ser un muro infranqueable para estas personas a convertirse en una herramienta que les ayude a ser más independientes y disfrutar plenamente de sus vidas.

Gracias a esta iniciativa, se han llevado a cabo diversas acciones en pro de la inclusión tecnológica, como formación de agentes comunitarios sobre la realidad que viven estas personas, la digitalización de procesos y servicios, cursos en materia digital para personas con discapacidad intelectual, el despliegue y mejora de sistemas colaborativos, la implantación de una herramienta para eliminar medidas restrictivas en centros residenciales o el desarrollo de una 'app' para facilitar la búsqueda de empleo, entre otras. "El objetivo de todas estas acciones es terminar con la brecha digital y lograr que las personas con discapacidad no se queden atrás", afirma Clara Álvarez, responsable del proyecto 'Transformación digital para la inclusión'.

Cursos para la vida

Como parte de esta gran iniciativa, se han impartido cursos en competencias digitales por todo el territorio nacional. Concretamente, en Aragón se han realizado formaciones en Calatayud, Monzón y Huesca, en las que han participado unas 40 personas con discapacidad intelectual.

"Me resultó muy útil. Nos enseñaron a crear nuestro currículum en word, pasarlo a pdf, mandar un correo electrónico, buscar imágenes…; incluso hicimos un trabajo final de cómo crear un negocio ‘online’", explica Irene, una de las alumnas.

Durante los cursos, contaron con la ayuda de un formador y un auxiliar de aula, que les guiaron en todo el proceso. Los alumnos se muestran agradecidos por los conocimientos recibidos y aseguran que les han mostrado herramientas que les servirán en su día a día, tanto a nivel profesional como personal. "Recomendaría este curso porque nos explicaron todo muy bien, paso a paso, con vídeos y ejercicios prácticos -incide Irene-. Ahora sé cómo buscar trabajo ‘online’, hacer una reserva para comer en un restaurante o preguntar por correo si una tienda tiene una prenda de vestir".

Retos de futuro

A raíz de este proyecto, se ha impulsado la Alianza Tecnológica por la Inclusión, un acuerdo que pretende animar a diversas compañías a diseñar y crear productos accesibles y comprensibles para todo el mundo. "Más de 20 empresas se han unido al reto de #LaRevolucióndeloFácil. Se trata de colaborar para crear apps más accesibles, seguir haciendo formaciones y avanzar hacia la plena inclusión tecnológica", asegura Clara Álvarez. Una de estas compañías es Hiberus, que se muestra muy comprometida con la lucha contra la brecha digital. "Nuestra metodología de diseño, centrada en el usuario, promueve un sistema de revisiones por parte de un perfil especializado en accesibilidad", indica Rosa Mozota, Head of Accessibility en Hiberus.

Los responsables de estas empresas se reunieron para identificar las principales barreras a las que se enfrentan y estudiar los beneficios competitivos que conlleva tener en cuenta la accesibilidad cognitiva a la hora de diseñar sus tecnologías.