introducción

Hacia una ralentización con desafíos e incertidumbres

El ejercicio 2023 fue mejor de lo previsto, especialmente en el primer semestre. El descenso de la inflación ha ayudado, pero los tipos de interés siguen altos y el escenario geopolítico no ayuda. La desaceleración marcará el inicio del nuevo año

Para 2024 se espera una ralentización económica.
Para 2024 se espera una ralentización económica.
K.U.

De aquel ya mítico «España va bien», tan trillado después de que José María Aznar dijera la frase en 1997, hemos pasado a lo largo de los años por vicisitudes e interpretaciones de todo tipo relacionadas con la evolución de la economía. Tanto en el conjunto del país como en Aragón, el crecimiento perfilado desde finales de los 90 y hasta el estallido de la crisis inmobiliaria y del sector de la construcción en 2008, pasando por una recuperación que no se produjo hasta 2014, luego la crisis causada por la covid en 2020 y ahora la fase postpandemia, a veces tenemos la sensación de vivir en un ‘ay’. Debe ser por la aparición de ‘cisnes negros’ (hechos inesperados) en estos años, si bien no podemos decir precisamente que nos vaya mal del todo. Quizás lo más certero en estos momentos sería reconocer que España y Aragón no van mal del todo. Para nada.

El año pasado a estas alturas se temía que 2023 fuese un ejercicio más bien negativo. La elevada inflación, la incesante subida de tipos de interés, los problemas de suministro de chips a las fábricas y la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania complicarían sobremanera el escenario económico en Europa y, por tanto, en España. Un invierno más benévolo del previsto ayudó mucho, pero también el empuje de empresas que demuestran su competitividad vendiendo bien fuera y el buen comportamiento del empleo en términos generales. Al final, el primer semestre fue positivo y el balance del año no es del todo negativo. Con un crecimiento del 2%, el ejercicio 2023 concluye bien, pero nos espera una ralentización.

El Colegio de Economistas de Aragón y los analistas de Ibercaja han coincidido en las últimas semanas en hacer una valoración moderadamente positiva de la evolución del ejercicio 2023 y anunciar para 2024 un ritmo de crecimiento algo más pausado. Una «desaceleración suave», han apuntado desde el Colegio. Una «ligera desaceleración», han indicado desde el banco.

Los economistas aragoneses dieron al ejercicio 2023 una calificación de 3,3 sobre 5. En una encuesta interna, estos profesionales indicaron que para 2024 temen los efectos negativos de los elevados niveles de deuda y déficit y el clima de «degradación política» en el ámbito nacional, con la inseguridad jurídica que los pactos de investidura sellados por el PSOE para investir presidente a Pedro Sánchez puedan causar a la actividad económica. En esa línea se han manifestado también los representantes de las patronales CEOE y Cepyme, que han advertido sobre las consecuencias negativas para Aragón de tratos de favor a comunidades autónomas como Cataluña y el País Vasco y, también, sobre la pérdida de prestigio de España como país ante inversores extranjeros si las reglas democráticas fundamentales –con la separación de poderes garantizada– no se cumplen plenamente.

La mayor preocupación sobre la economía aragonesa es la inflación, pese a que ha bajado, si bien hay consenso en que los tipos de interés aún seguirán subiendo

«Los efectos más negativos sobre la economía española», apunta la encuesta del Colegio de Economistas de Aragón, «son los niveles de deuda y déficit, seguidos por el clima de degradación política y las imposiciones de los populismos/separatismos». Este mismo informe incide en que la mayor preocupación sobre la economía aragonesa proviene de fuentes externas y es la inflación, a pesar de que esta ha evolucionado a la baja, si bien parece haber consenso en que los tipos de interés aún podrán subir algo más. Por tanto, señalan estos expertos, en un escenario de elevada incertidumbre nadie puede garantizar un crecimiento económico robusto. Y la incertidumbre persiste, tanto por el escenario geopolítico como por la evolución de los tipos y el efecto de todo ello en los precios y en el tráfico de las materias primas.

Francisco Gracia, que ha sustituido recientemente a Javier Nieto como presidente del Colegio de Economistas de Aragón, indicó semanas atrás, en la presentación de esta encuesta, que pese a la desaceleración de la actividad económica no hay temor de que a España llegue la recesión, como sí ocurrirá en otros países europeos. La buena marcha de las empresas de nuestro país (y de Aragón en particular), especialmente en el ámbito internacional, está marcando la diferencia, gracias a la mejora de la competitividad registrada en los últimos años.

Los economistas aragoneses plantean en el mismo informe una serie de recomendaciones. Destacan entre ellas la mejora de la gestión de los fondos europeos (que están tardando mucho en llegar a las empresas), diseñar una política de independencia energética, conseguir un pacto de rentas y reducir los trámites administrativos, todas estas como medidas imprescindibles. Asimismo, sugieren que se agilicen los pagos del sector público a los proveedores y que las ayudas por despidos sean mejor gestionadas.

Desde Ibercaja, por su parte, se espera una lenta desaceleración para 2024 a un ritmo que en todo caso no resulta demasiado preocupante. La saneada situación financiera de los hogares y las empresas en términos agregados y la ausencia de grandes desequilibrios estructurales reducen el riego de una recesión duradera a corto plazo, indicaron hace dos semanas, en la presentación del último número de la revista Economía Aragonesa que edita la entidad financiera Antonio Martínez, director del Área Financiera de la misma y Santiago Martínez, jefe de Análisis Económico y Financiero.

En el banco aragonés reconocen que el crecimiento de la economía en 2023 sorprendió positivamente respecto a las perspectivas anunciadas hace un año por sus especialistas, que habían sido más conservadoras. «El efecto de la inflación se ha ido diluyendo gracias a la expansión de los salarios, que ha absorbido buena parte de la capacidad adquisitiva que se perdió en 2022», apuntan. Además, añaden, el excedente de ahorro acumulado durante la pandemia de la covid-19 apenas se ha gastado de acuerdo con las cuentas de los sectores institucionales que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). También consideran, asimismo, que la subida de los tipos de interés está dañando a la economía menos de lo previsto gracias a la buena situación financiera y a la reducción del endeudamiento de hogares y empresas.

Para 2024, los expertos de Ibercaja prevén que la evolución del PIB estará condicionada por la capacidad de las empresas para mantener sus márgenes. «El mayor riesgo es que la subida de los costes laborales sin incremento de la productividad termine generando una pérdida de competitividad que, de prolongarse en el tiempo, concluya en un ajuste mediante la destrucción de empleo», aseguran.

El envejecimiento de la población, en España y de modo aún más acusado en Aragón, ha empezado a complicar la evolución del mercado laboral y lo hará aún más a medio y largo plazo. En Ibercaja son conscientes de que la demografía está complicando el ya visible desajuste entre la oferta y la demanda de empleo, que se ha agravado por los problemas estructurales del sistema educativo. Para solucionar el problema, Enrique Barbero, responsable de Relaciones Institucionales y Comunicación del banco, habló en la citada presentación de la revista Economía Aragonesa, de tres posibilidades. Una es solucionarlo con la gente que hay, vía políticas activas de empleo o con medidas fiscales; la segunda, atrayendo inmigración, tanto desde otras comunidades autónomas como desde fuera de España, y una tercera repatriando talento aragonés, que vuelvan profesionales de la Comunidad que se habían marchado.

El desajuste entre oferta y demanda de empleo frena el crecimiento de la actividad económica

El problema de la falta de perfiles adecuados para las vacantes que ofrecen las empresas está frenando el crecimiento de la economía. Desde hace tiempo se habla del problema de contar con perfiles STEM, los de las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, pero el espectro es más amplio. Faltan transportistas, personal de hostelería, expertos en oficios de toda la vida. «El problema es muy severo y para los Gobiernos, el central y el aragonés, debe ser un tema priopritario», señaló Francisco García, presidente del Colegio de Economistas, en la presentación de la encuesta de sus socios. Con más de 50.000 parados en Aragón, algo está fallando.

Las tasas de paro, por tanto, seguirán bajando en Aragón, pero esto no es especialmente positivo si se tiene en cuenta que también descienden los índices de ocupación. Ibercaja estima que el desempleo en 2023 se situará en el 8,3% frente al 12% en España y que la variación de la ocupación será en Aragón del 1,8%, un punto por debajo del 2,8% previsto en el conjunto del país para el año que termina para descender a la mitad, el 0,9% en 2024, frente al 1,5% nacional.

Los expertos del banco aragonés subrayan que en los próximos trimestres se irá perdiendo el impulso expansivo iniciado con la salida de la pandemia por efecto de tres factores: el menor potencial de crecimiento de empleo; los efectos de la subida de los tipos de interés, y el efecto de la política fiscal menos laxa que en los últimos años porque partimos de nivelesde déficit público que superan ampliamente el objetivo de pacto de estabilidad y crecimiento.

En economía siempre se ha dicho que lo que más inlfuye son las expectativas. Eso ha hecho que las empresas hayan reducido inversiones en los últimos tiempos, al ver cómo evolucionaban la crisis energética y los tipos de interés, que subieron mucho después de años de estar anormalmente bajos. «Conforme se configure el nuevo ciclo y se despejen las mayores amenazas, con la ayuda de los fondos europeos y de un sistema financiero solvente y con capacidad de conceder más crédito, podríamos vernos sorprendidos otra vez por una economía más resistente de lo que creaíamos», auguran con optimismo los expertos de Ibercaja.

En cuanto a la actividad de las empresas aragonesas, las perspectivas de crecimiento de las más importantes y la posibilidad de recibir en Aragón importantes inversiones el escenario general puede verse con moderado optimismo. Las exportaciones siguen dando buenas noticias, con cifras récord que se superan una y otra vez, lo que demuestra la competitividad del tejido industrial en la Comunidad. Las grandes compañías instaladas aquí, tanto las de capital extranjero (Stellantis, BSHElectrodomésticos, Esprinet, Alliance Healthcare, etc.) como las de capital local (el grupo Saica, Pikolin y cárnicas como Grupo Costa, Fribin y Grupo Jorge, entre otros) evolucionan a buen ritmo y ayudan a configurar un sector empresarial amplio y diversificado.

Lejos quedan los tiempos en los que se hablaba del monocultivo de la automoción, en el que la fábrica de vehículos de Figueruelas, antes en General Motors, después en PSA y ahora en Stellantis, el grupo surgido de la fusión del grupo francés y del consorcio Fiat-Chrysler. En 1998, del total de las ventas de productos hechos en Aragón el 60% correspondía al sector del metal y en 2022 ese porcentaje se ha reducido al 27% pese a haber crecido en estos años un 50% (tanto por la buena marcha del fabricante de coches como la de las empresas de la industria auxiliar).

El peso de la automoción podría dar un paso significativo de cara al futurto si Zaragoza se adjudica la gigafactoría de baterías para coches eléctricos que Stellantis se ha planteado instalar aquí. La apuesta del grupo que dirige el portugués Carlos Tavares por ubicar en el entorno de su fábrica aragonesa una cuarta factoría de baterías en Europa (las otras están asignadas en Francia, Alemania e Italia) ha podido ser visibilizada a través de la iniciativa Antares presentada por Stellantis para hacerse con ayudas en la segunda convocatoria del Perte VEC (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado). En ese paquete Stellantis se hizo con ayudas por 55,86 millones de euros, cifra muy lejana de las pretensiones de la compañía (unos 200 millones) pero a la que podrán añadirse fondos de la tercera convocatoria de ese Perte anunciada por el Gobierno.

El presidente del Ejecutivo aragonés, Jorge Azcón, se ha implicado de lleno en las gestiones que puedan estar en su mano para que esa gigafactoría llegue a Zaragoza. Lo ha hecho ante el Ministerio de Industria y en conversaciones con la compañía. El líder del PP aragonés no quiere que esta inversión se escape, después de que no cuajara la llegada de un proyecto similar del grupo Volkswagen, que finalmente optó por Sagunto (Valencia) para instalar su gigafactoría, y otro de la multinacional india Tata, que decidió ubicar la suya en el Reino Unido.

En el ámbito de la transición hacia la electromovilidad, mientras tanto, la planta de Stellantis en Figueruelas está bien posicionada. Hoy ya ensambla dos modelos enchufables, el Opel Corsa-e y el Peugeot e-208, y a partir del segundo trimestre de 2024 empezará a producir en serie un vehículo más, el Lancia Ypsilon, del que ya ha hecho preseries.

En otros sectores, Aragón sigue ganando peso, tal y como demuestra la pujanza de las empresas agroalimentarias, que no dejan de conquistar nuevos mercados. Aunque en el vino la situación ha sido de menos expansión, las cárnicas ganan en expansión en algunos casos con acciones de más valor añadido. Logística y energía son dos sectores que también van a buen ritmo, mientras otros, aunque con números más modestos, siguen demostrando su pujanza.

No todo es miel sobre hojuelas, sin embargo. Vendría mejor en el tejido productivo que las empresas ganen tamaño. También, como recogen estudios de ‘benchmarking’ (comparativos) en España, los índices de innovación aragoneses están por debajo de la media nacional. La despoblación en el ámbito rural y el envejecimiento complican también un escenario plagado de incertidumbres. Pero la economía crecerá. En 2024, según Ibercaja, un 1,7%, tres décimas menos que en 2023 y una más que la media española.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión