Cerca de 700 niños ponen voz a la Navidad con los villancicos más solidarios
El Auditorio de Zaragoza ha acogido una nueva edición del concurso Cantal de Villancicos que cumple 30 años este 2023. Con lo recaudado en la rifa hacen desayunos solidarios y los reparten el 23 de diciembre entre la gente sin hogar o con necesidades
Alrededor de 700 niños, pertenecientes a doce coros, a los que hay que añadir fuera de concurso, los coros Sintonía y Cantal, han llenado de magia y música el Auditorio de Zaragoza, en una jornada en la que, una vez más, se ha demostrado, que "un villancico es esencia pura de la Navidad", como indicaba hace unos días en HERALDO, Aurora Bascuas, organizadora del Concurso Cantal de Villancicos que cumple 30 años este 2023.
La Asociación Juvenil Club Isaba ha obtenido el primer premio en la categoría juvenil en la XXX Edición del Concurso Cantal de Villancicos, mientras que La Barca Musical se ha hecho con el primer galardón infantil.
El segundo infantil ha recaído en el coro del colegio Agustín Jericó, y el juvenil para Villanúa. Finalmente, el tercero infantil ha ido a parar al coro de Marianistas y el tercer premio juvenil para el coro del colegio El Pinar de Nuestra Señor Señora.
Treinta años de tradición
Desde 1994 la Asociación Cantal viene desarrollando la organización de este concurso, que está abierto a todos los centros educativos. "Participan colegios públicos, que han ganado el concurso cuando el jurado así lo ha considerado. Lanzamos la convocatoria cada año en junio, antes de que acabe el curso, para que los coros empiecen a prepararlo. El único requisito que ponemos es que nos faciliten un vídeo con el villancico y la letra al hacer la inscripción. Pero es más que nada para evitar repeticiones", explica la responsable de la organización.
Desde la entidad, se han encargado de todo lo referido a esta XXX edición, "desde conseguir regalos para todos los participantes hasta de la decoración de la sala Mozart. Intentamos estar pendientes de todos los detalles, y por eso muchos colegios repiten, porque se sienten acompañados en todo momento", apunta.
En el concurso organizan una rifa y con lo que se recauda hacen desayunos solidarios que reparten el 23 de diciembre entre la gente sin hogar o con necesidad.
