Los militares españoles vuelven de la Patagonia chilena “más motivados, más fuertes” y pensando en un nuevo reto

El Grupo Militar de Alta Montaña, junto al ejército chileno, han realizado una expedición en el entorno del frío extremo del Campo de Hielo Sur de la Patagonia de Chile. Han regresado a España “más motivados, más fuertes y aprendiendo en la toma de decisiones”.

El Grupo Militar de Alta Montaña acaba de llegar de la expedición a Campo de Hielo Sur de la Patagonia de Chile.
El Grupo Militar de Alta Montaña acaba de llegar de la expedición a Campo de Hielo Sur de la Patagonia de Chile.
Laura Zamboraín

Catorce militares (cinco españoles y nueve chilenos) y un cámara civil han afrontado durante casi un mes las condiciones meteorológicas extremas en la expedición a la Patagonia chilena. Su objetivo era alcanzar la cumbre del volcán Lautaro (3.623 metros), una cima de difícil acceso y con condiciones meteorológicas muy adversas. Pero finalmente tuvieron que tomar la decisión de cambiar su objetivo, y ascendieron el cerro San Lorenzo (3.706 metros). Para ello fue necesario aumentar la duración de la expedición en una semana y el apoyo adicional de un helicóptero militar. Pese a todo, se muestran muy satisfechos del resultado de la expedición y consideran que la “misión está cumplida”. Ahora “estamos preparados para más retos en la Patagonia y en clima extremo”, asegura el coronel en la reserva y jefe de la expedición Alberto Ayora.

El Grupo Militar de Alta Montaña regresó a España el pasado 6 de diciembre, y desde la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales de Jaca, han hecho balance de esta experiencia que les ha llevado a soportar vientos de más de 100k/h, temperaturas bajo cero y nevadas casi ininterrumpidas. “La Patagonia no defrauda, es el sueño de cualquier explorador y alpinista”, asegura Ayora. Es un lugar “que se conserva casi impoluto, inhóspito y con características que lo convierten en un lugar especial”. Los cinco militares españoles han regresado

La planificación de esta expedición “llevó meses”, asegura Ayora, y el cerro San Lorenzo, que finalmente ascendieron “estaba contemplado como una alternativa”. Finalmente el equipo expedicionario quedó formado por el coronel Ayora, el sargento primero José G. Español (EMMOE), el cabo primero Francisco Borja Álvarez y el cabo Miguel Plans (Unidad de Servicios de Base Oroel, de Jaca), el cabo Jesús M. Gómez (Guardia Real) y el cámara civil Luis Miguel López, de la empresa Salomba Ventures, quienes salieron rumbo al Campo de Hielo Sur el pasado 29 de octubre.

Una vez en Chile, se pusieron en manos de la hospitalidad y los apoyos el Ejército chileno había preparado para la expedición y se unieron a los nueve militares chilenos con los que se iba a formar el grupo combinado. El doctor en geografía Javier del Valle, profesor del Centro Universitario de la Defensa de la Academia General Militar de Zaragoza, proporcionaba altruistamente una predicción meteorológica muy concreta y fiable que era trasmitida vía satélite cada tarde.

Tras una semana de preparativos y cohesión, un helicóptero militar les dejó en el plató del Campo de Hielo Sur, donde permanecieron doce días reconociendo el entorno y esperando una ventana de buen tiempo para poder acercarse al volcán Lautaro, ascenderlo y regresar por diferente ruta. Con vientos de más de 100k/h y nevadas casi ininterrumpidas, esa ventana nunca llegó y, con flexibilidad militar, se acordó la extracción del grupo para buscar una alternativa que permitiese continuar con el proyecto, cumpliendo los objetivos asociados a la cima inicial. “Tuvimos sólo dos mínimas ventanas que aprovechamos para acercarnos al Lautaro y trazar el itinerario a seguir”, explica Ayora. También reconocieron el cerro Pirámide y buscaron alternativas en el caso de no poder regresar en helicóptero. La fecha de extracción o de regreso era el 20 de noviembre “y la ventana de buen tiempo iba a llegar el 24·”. Por lo que decidieron alargar el tiempo de expedición, que fue “clave” y cambiar de objetivo, “porque la extracción desde el volcán Lautaro no era fácil con helicóptero”, recuerda el coronel jefe de la expedición”. Así que en ese momento vieron la necesidad de garantizar la extracción con seguridad “y nos fuimos al cerro San Lorenzo, con unas 10 ascensiones únicamente”.

Se decidió pues mirar a otra montaña menos azotada por las condiciones meteorológicas extremas, pero que mantuviese el nivel de exigencia técnica y la consecución de su cima tuviese un prestigio similar. El elegido fue el cerro San Lorenzo (3.706 metros). Para ello fue necesario aumentar la duración de la expedición en una semana y el apoyo adicional de un helicóptero militar. Tras una exigente ascensión de 17 horas, en la que el grupo combinado hispano-chileno lograba superar los 2.100 metros que le separaban del campo base, la tarde del 24 de noviembre llegaban a la cima del cerro San Lorenzo de 3.706 metros de altitud y bajaban al campo base sin novedad. Cumplían así con todos los objetivos genéricos del proyecto de GMAM para el 2023. “Diez personas alcanzamos la cima y volvimos sanos y salvos, porque fue un día complicado”, subraya Ayora. Todo gracias a que “se trabajó con cabeza, sensatez y encontramos el itinerario rápido”.

Paralelamente se quería definir un proyecto de investigación basado en la utilización de la inteligencia artificial como ayuda en la toma de decisiones en situaciones extremas, donde el apoyo exterior es muy improbable. Esta tarea fue asignada al teniente coronel médico y miembro experimentado del GMAM, Jorge Palop, destinado actualmente en el Hospital Militar de Zaragoza; y al capitán psicólogo Oscar Restrepo, de la EMMOE. Se han recogido datos biomédicos y psicológicos (saturación de oxígeno, frecuencia cardiaca y respiratoria, hidratación 24h, horas de sueño, sensación de agotamiento, estado de ánimo, irritabilidad, etc.) tanto en situaciones concretas medioambientales prolongadas en campamentos base así como durante travesías y ascensiones psicofísicamente más exigentes. Además de todo ello y como parte fundamental del proyecto, se decidió contratar a una productora de documentales especializada que pudiese vivir el reto con el GMAM y posteriormente compartirlo con la sociedad española. Este documental se podría presentar la primavera del 2024.

El Grupo Militar de Alta Montaña ya piensa en la próxima expedición. Será al Karakórum, en agosto y septiembre de 2024.

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