comunicaciones
Francia pone fecha a la reapertura del Canfranc-Pau
La región Nueva Aquitania saca a licitación un estudio medioambiental previo a la Declaración de Utilidad Pública.
El consejo regional de Nueva Aquitania va a publicar una licitación para evaluar el impacto de las obras en los 33 kilómetros que separan Bedous y la frontera con la cabeza norte del túnel del Somport en Les Forges d’Abel, con un coste de rehabilitación aproximado de unos 400 millones de euros.
Se trata de un estudio de impacto medioambiental y se estima que se haya completado en enero de 2026. Esto supondría que la reapertura del tren internacional Canfranc-Pau podría ser una relaidad en julio de 2028, justo cuando se cumple el centenario de la línea.
El vicepresidente de Creloc (Comité por la Reapertura de la Línea Olorón-Canfranc), Gerard López, tiene claro que Nueva Aquitania ha facilitado que Francia ponga “las fechas para la reapertura del Canfranc-Pau”, aunque necesitan todavía que el gobierno de Enmanuel Macron asuma parte del coste global de los 400 millones presupuestados, podría ser un 30%, ya que lo demás lo costearían la Unión Europa y la región.
De hecho, la región de Nueva Aquitania ya sufragó la reapertura del tramo de Olorón-Bedous de 24,7 kilómetros por 105 millones en 2016 y además colaboró con otros 35 millones junto a la SCNF (Sociedad Nacional de Caminos de Francia) en la parte de Pau-Olorón, que está valorado en 100 millones y se inauguró en 2010.
En la parte que conecta Bedous con el túnel del Somport la batalla de la región cuyo presidente Alain Rousset es muy defensor de la reapertura, es conseguir que el Estado francés sufrague parte de ese presupuesto. Y por eso acaban de licitar los estudios medioambientales para evaluar el impacto de la reapertura de la línea Pau-Canfranc.
La visión política de la reapertura
El portavoz de Crefco, Benajmín Casanova, aplaude que el gobierno de Nueva Aquitania sigue impulsando la reapertura de su línea ferroviaria con Aragón, ahora promoviendo estudios medioambientales previos a la declaración de utilidad pública que hay que realizar en Francia.
"Nuestra región vecina y amiga de Nueva Aquitania, con su presidente Alain Rousset a la cabeza, tiene muy claro que quiere ver pasar los trenes por el túnel del Somport, conocedores sus habitantes de las ventajas económicas, sociales y medioambientales que este ferrocarril abierto tiene para sus comunicaciones", destaca.
En ese sentido, el portavoz apunta que Rousset insiste en la "necesidad de encontrar aliados en sus esfuerzos para convencer al Gobierno de París" de acordar con su homónimo español la reapertura de la línea internacional de Canfranc.
"Para esa misión no hay mejor aliado que el presidente aragonés, Jorge Azcón, que comparte con Rousset el anhelo de reabrir la línea, por eso, sería conveniente y necesario que ambos presidentes mantuvieran una reunión formal y acuerden una estrategia común para convencer a los gobiernos centrales de Francia y España de la necesidad, que lo es, de reabrir este paso por el Pirineo", sostiene Casanova.
Declaración de utilidad pública
La empresa que gane la licitación del estudio de impacto ambiental se encargará de asesorar a la región “en la estrategia que se adopte frente a los retos medioambientales”, “los imperativos inherentes al proyecto” y “las autorizaciones administrativas que se obtengan”.
La investigación pública mediambiental debe realizarla la región Nueva Aquitania y es previo a la Declaración de Utilidad Pública (DUP). E
En los plazos previstos de la ruta administrativa francesa, se prevé que el inicio de la concertación inter-administrativa sea en septiembre de 2024, la presentación del expediente del estudio de impacto ambiental debería tener lugar en enero de 2025 y la encuesta pública llegará en otoño de 2025, con vistas a su obtención a principios de 2026.
“Con estas fechas previstas ahora que por fin ya están, llegaríamos a que las obras empezarán en 2026 y se acabarían en dos años para poder reabrir la línea internacional el 18 de julio de 2028, cien años después de su inauguración”, concluye Gerard lópez, que es el miembro de Creloc dedicado a las relaciones con España.
De hecho, López detalla que “en Francia pasan más tiempo realizando los estudios que las obras”. El largo proceso administrativo que abre la Nueva Aquitania con el último tramo de la reapertura, entre Bedous-túnel del Somport, supone para la región “un peritaje jurídico activo, encargado de garantizar que no se haya olvidado ni planificado mal ninguna actuación administrativa y de seguir las evoluciones reglamentarias que puedan afectar al proyecto”.
De hecho, el estudio medioambiental programado abarcará una zona geográfica que se extenderá desde Pau hasta la frontera española, como publicó ‘La Republique des Pyrènees’. Trabajarán distintos parámetros, como el humano (demografía, actividades, riesgos industriales, urbanismo, acústica y calidad de aire), el médio físico (clima, geología, geomorfología, hidrología, riesgos naturales), natural (zonas y especies protegidas, fauna, flora, ecosistemas) o patrimonio (paisaje, arqueología, arquitectura)
En la parte fronteriza, desde Bedous, el inventario se ampliará y habrá que investigar una franja de 50 metros a ambos lados de la línea ferroviaria para identificar así la mayoría de los retos en un espacio de 100 metros, y eso se realizará desde marzo a septiembre de 2024.
El plan previsto en las obras por la región de Nueva Aquitania prevé que se demolerán y reconstruirán seis puentes sobre la carretera entre Pau y Olorón. También tiene previsto crear pasarelas en las estaciones de Olorón, Bedous o en la parad de Buzy.
En la zona donde más trabajos realizarán será entre Bedous y la frontera con viaductos en Acoous, L’Estanget (donde se produjo el accidente del tren de maíz de 1970 que sirvió de excusa para el cierre de la línea en la parte francesa) o en Peilhou. También está previsto afrontar la rehabilitación y reforzamientos de los 26 túneles que hay entre Pau y la frontera.
