Un coronel del Ejército de Ucrania herido por metralla en la cabeza fue trasladado urgentemente el pasado viernes desde su país ocupado por Rusia a la Base Aérea de Zaragoza en un avión militar. Este lunes fue enviado a la nueva planta logística del Hospital Militar de la capital aragonesa para su tratamiento de recuperación.

Fuentes militares detallaron que este paciente resultó lesionado en el conflicto bélico el pasado 2 de noviembre por un disparo que tuvo orificio de entrada en el cráneo. La metralla se quedó incrustrada en el cerebro. En Ucrania lo operaron de manera urgente porque le causó  lesiones en los lóbulos frontales, temporal y parietal derechos, con hematoma subdural y hemorragia subaracnoidea que se drenó.

Ante la necesidad de que recibiera atención inmediata de rehabilitación, el Ministerio de Defensa aceptó poder ingresarlo en el Hospital General de la Defensa en Zaragoza porque es el primer herido de la guerra de Ucrania que presentaba una situación médica tan grave. Llegó la tarde del viernes en un avión español Falcon T-18 y lo trasladaron en una ambulancia militar al Hospital Miguel Servet.

Ya son 83 los militares ucranianos heridos que atiende el hospital de Zaragoza

El coronel es la víctima número 83 que ha llegado a España para su atención y el de mayor graduación del Ejército ucraniano. Su herida es muy distinta a la de los demás porque una buena parte de los tratados en el centro hospitalario de Zaragoza presentaban mutilaciones en los brazos, las piernas o las manos, que han hecho necesaria la  implantación de prótesis.

En estos momentos sería el militar herido 21 que se atiende en la planta logística abierta en el Hospital Militar. Dichas instalaciones pueden acoger 30 plazas, aunque es ampliable hasta 60 si la guerra o los militares heridos en España pueden necesitarlo.

“Este herido necesita que la atención médica sea inmediata como pasa con un ictus para los afectados”, alegan fuentes militares para explicar que haya sido trasladado en un pequeño avión del Ejército del Aire, en lugar del A400M del Ala 31 de la Base de Zaragoza u otras aeronaves de transporte de la Base de Torrejón, como otros heridos ucranianos que han llegado en grupo. 

En el primer momento, el coronel ucraniano fue enviado al servicio de Neurocirugía del Hospital Miguel Servet para atenderlo de las consecuencias de la metralla. En su primera atención se detectó una hemiparesia izquierda, afección habitual en otros ucranianos heridos que han sido atendido por fisioterapeutas tras sufrir una explosión cercana en la guerra. Además de tener esta zona paralizada, sufre los efectos de la paraplejia.

Aun así en el análisis médico realizado se destaca que el coronel está consciente y orientado, tiene una mínima afectación en el habla y no le han detectado problemas para tragar o disfagia. Asimismo, no precisa el soporte ventilatorio y mantiene la sedestación máxima durante una hora seguida.