Las familias de Caneto pedirán la anulación del transporte escolar a Tierrantona

Defienden “el derecho a una educación de calidad en su propio hogar", tras el cierre de su escuela por parte del Departamento de Educación.

Los niños siguen asistiendo a clase y los padres se encargan de su educación.
Los niños siguen asistiendo a clase y los padres se encargan de su educación.
Verónica Lacasa

Las familias de Caneto, en el municipio oscense de La Fueva, insisten en la “reapertura inmediata” de la escuela ‘O´Chinebro’ y solicitarán formalmente la anulación del servicio de transporte escolar ofrecido por el Departamento de Educación hasta las aulas de Tierrantona.

Como ha expresado la Comunidad Educativa Escuela de Caneto en un comunicado, es una de las decisiones que toman tras el cierre a principios de este mes por parte del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón al encontrar irregularidades.

“Con dicha resolución reafirmamos nuestro compromiso con la sostenibilidad, buscamos evitar el derroche económico por parte de la Administración y contribuir a la preservación del medio ambiente, promoviendo la reducción de emisiones de gases en Caneto”, han expresado en su escrito, en el que defienden “el derecho a una educación de calidad en su propio hogar".

Desde el colectivo han agradecido el “gran apoyo social” recibido, que ha permitido que cuenten con “profesores titulados con experiencia para llevar a cabo la escolarización de los alumnos de forma totalmente altruista hasta que se reabra la escuela”.

Como indican, apoyan la resolución del pleno de la Comarca del Sobrarbe, en la que se insta a formar una mesa de diálogo permanente con representantes de la Comarca, el Ayuntamiento de la Fueva, la Asociación de Madres y Padres ‘O´Chinebro’ y el Departamento de Educación.

Apuntan que el objetivo ha de ser “coordinarse entre todas las partes afectadas, facilitando así la tramitación del nuevo expediente, evitando demoras administrativas, mostrando transparencia y voluntad en la realización del proceso de regularización” y recalcan que la decisión de cierre por parte de Educación se basa en unos informes de 2019.

“Si se hubiera contactado con las partes afectadas antes de tomar esta decisión precipitada, a día de hoy se hubieran evitado muchos problemas. Las cosas van cayendo por su propio peso”, indican las familias.

En cuanto a algunos de los motivos que han llevado a la clausura de la escuela, desmienten que se encuentre en zona de pastos y se remiten a documentos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y al acta del Pleno del Ayuntamiento de La Fueva del 1 de abril del 2019 para la declaración de interés público y social de las aulas de Infantil y Primaria.

“Queremos desmentir que las aulas sean inseguras, hay una gran diferencia en que no cumplan los requisitos de aislamiento, medidas de los aseos o del código técnico de edificación, a que las aulas sean peligrosas”, han añadido también sobre las aulas prefabricadas.

Defienden que “disponen de una ficha técnica homologada y de un informe de un arquitecto técnico, que certifica que las aulas son seguras para el desarrollo de cualquier actividad, pero no cumplen con los requisitos del código técnico de edificación de Educación”.

A la consejera aragonesa de Educación, Ciencia y Universidades, Claudia Pérez Forniés, le han pedido “empatía”: “Si la señora consejera de Educación hubiese visto la escuela de sus hijos y su proyecto de vida en un pueblo truncado en cuestión de dos días, por la mala decisión de algunas personas, seguro que hubiese salido a la calle no dos veces, sino diez”.

Finalmente, reclaman “soluciones urgentes a un problema que se ha creado desde la Administración”, así como la “reapertura inmediata de las aulas y la pronta adecuación conforme al código técnico de edificación, con el firme propósito de garantizar un entorno educativo seguro y acorde a su singularidad”. 

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