Un cura admite haber coaccionado a un hombre con vídeos sexuales y le pide perdón tras ser denunciado en Zaragoza

Un sacerdote diocesano de Zaragoza admitió haber coaccionado enviando vídeos sexuales y haciendo comentarios eróticos a un hombre que lo denunció por estos hechos. Ambos protagonistas estaban citados a un juicio de faltas el pasado 18 de octubre. Durante el mismo, el cura pidió “disculpas al denunciante” y le mostró su voluntad de “no volver a ocasionarle problemas”. La víctima, por su parte, decidió retirar la acusación en el juicio por delito leve de coacciones. El juez dictó sentencia absolutoria del sacerdote. 

En la denuncia que se presentó en enero de este año se detallaba que el religioso estuvo enviando mensajes por su teléfono móvil personal desde hace aproximadamente un año por la aplicación de Whatsapp, “de alto contenido sexual” a los que el denunciante jamás ha respondido.

Además de remitirle esos mensajes, la denuncia incoada ante la Policía Nacional recalcó que el religioso había provocado presencialmente “situaciones tensas, haciéndose el encontradizo” con el denunciante, “sin ningún motivo aparente, incluso dentro de la Basílica del Pilar, realizándole comentarios eróticos”.

El cura ha estado ejerciendo su ministerio en los últimos años dentro de la Basílica, realizando las actividades de confesor, oficiando bautizos y otros derivados de su cargo, aunque ya no está destinado en este lugar.

El denunciante mostró su necesidad de no tener que soportar el acoso del sacerdote, que incluso lo tenía que sufrir en su ámbito donde tiene que estar a diario y por eso se convierte en “insoportable” esta situación. Además, recalcó que presentó esta denuncia “con la finalidad y esperanza de que las conductas de este sacerdote no sean soportadas por otras personas sobre las que pueda tener prevalencia por motivos de su cargo”.

De hecho, la víctima agregó que se debía impedir que pasaran por su misma situación "menores y adultos vulnerables" con los que el denunciado podría relacionarse debido a sus labores de sacerdocio, como la preparación de comuniones, así como catequesis, excursiones y actividades similares.

Entre el material que aportó para el juicio, el denunciante llevó un pen-drive que contenía copias del chat de Whatsapp, así como un vídeo de alto contenido sexual, que podían haber sido enviadas a través del teléfono del religioso.

Fuentes del Arzobispado de Zaragoza consultadas por este periódico comentaron que el religioso “había sido absuelto” tras la celebración del juicio por delito leve, que concluyó con la petición de disculpas al denunciante y la retirada de la acusación en la vista oral, y “no tenían nada que decir”.