Destrozan el bosque encantado de Bureta: "Han decapitado todos los muñecos, sientes una rabia y tristeza tremendas"

La asociación que creó este lugar y los vecinos están apenados por la destrucción de este lugar cercano a Zaragoza que atraía a cientos de visitantes y muchos se han ofrecido para reconstruirlo.

Una de las casitas de madera y el puente, completamente destrozados.
Una de las casitas de madera y el puente, completamente destrozados.
Asociación Bureteandoando

"Han destrozado prácticamente todas las casitas de madera que había en los árboles del bosque, puertas, tejadillos y puentes, y también las que estaban en las casas del pueblo. Han decapitado todos los muñecos que lo poblaban, hadas, duendes y brujas y no hemos encontrado ni las cabezas. Sientes una rabia y una tristeza tremendas, no entiendes porqué han destrozado algo que se ha hecho de manera altruista y que nos ha costado tanto".

La que habla es Laura Sánchez, de la Asociación Bureteandoando, colectivo que durante la pandemia impulsó este bosque encantado artesanal, bautizado como Burosque, y al que dedicaron horas y horas de trabajo junto a vecinos y colaboradores. Lo cuenta unos días después de que unos vándalos hayan destruido este lugar, situado a 45 kilómetros de Zaragoza, que se había convertido en un auténtico atractivo turístico para la localidad y que atraía a cientos de visitantes de Aragón  y comunidades cercanas.

La asociación que creó este lugar y los vecinos están apenados por la destrucción de este lugar cercano a Zaragoza que atraía a cientos de visitantes y muchos se han ofrecido para reconstruirlo.

Sus creadores y en general todos los habitantes de Bureta, un municipio que cuenta con unos 200 habitantes, se llevaron el gran disgusto el pasado domingo por la mañana, cuando una persona alertó de lo que había pasado. De momento no han denunciado lo ocurrido ante la Guardia Civil, ya que les parece imposible localizar a los autores. No hay cámaras de videovigilancia y al tratarse de un paraje natural por el que habitualmente transita mucha gente es difícil encontrar huellas.

Otro rincón de este lugar habitado por criaturas fantásticos que ha quedado arrasado
Otro rincón de este lugar habitado por criaturas fantásticos que ha quedado arrasado
Asociación Bureteandoando

Sánchez sí esta convencida que es obra de más de una persona. "Había varias setas grandes de obra, de hormigón, que han arrancado y tirado y eso no lo puede hacer alguien solo", A lo largo del recorrido se podían contemplar varias especies de animales que lo habitaba como caracoles, erizos, un caballo, abejas haciendo miel o ratones tomando una taza de café.

Tanto ella como las otras tres compañeras de Bureteandoando, Elena Bellido, Virgi Colás e Inma Sánchez, están agradecidas por las "muchas muestras de solidaridad" que han recibido desde que trascendió lo ocurrido y por los ofrecimientos de gente para ayudarlas a reconstruir este bosque encantado. "Nos llegan al alma y nos emocionan", asegura.

Están dispuestas a intentar darle vida de nuevo y no descartan plantear talleres abiertos a quienes quieran echarles una mano. "De momento hemos ido recogiendo lo que se puede restaurar, restos de madera, las casitas, porque todo estaba hecho con materiales reciclados, pero los personajes y los animales de todo tipo que había eran de pasta cocida. Nos tenemos que sentar y ver las posibilidades de ponernos manos a la obra, ya que ahora tampoco disponemos de tanto tiempo como durante la pandemia", apunta.

El Burosque se encuentra a unos cinco minutos del pueblo, en la cuesta del Molino, una zona que siempre ha sido muy transitada porque lleva hacia el río Huecha, destino de muchos excursionistas. Las cuidadas construcciones, hechas a mano con palos de madera, piñas, cortezas, bellotas…, con mucha imaginación y todo tipo de detalles poblaban unos 35 pinos. Además, tenía su continuidad en el propio núcleo, donde la panadería y muchas casas se habían sumado a la iniciativa y colocado casitas y personajes fantásticos en fachadas y ventanas, algunos de los cuales también han sido arrasados.

Una de las casitas del bosque encantado rota y tirada en el suelo
Una de las casitas del bosque encantado rota y tirada en el suelo
Asociación Bureteandoando

La iniciativa surgió para atraer a gente y poner la mirada en las poblaciones pequeñas y sus necesidades. Y lo habían conseguido, porque todos los fines de semana acuden familias con niños tanto de la Comunidad como del País Vasco, Navarra y Cataluña, principalmente. Aunque es imposible calcular el número de personas que han pasado por él, los niños pueden dejar en un buzón una carta a la que les responden de forma personalizada, lo que les permite saber de dónde vienen. Tras lo ocurrido, el Ayuntamiento de Bureta está valorando solicitar la instalación de cámaras de videovigilancia como están haciendo otros pequeños núcleos.

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