Heraldo del Campo

oleicultura

Binéfar cosecha las olivas municipales

El Ayuntamiento ofrece desde 2009 a los vecinos la posibilidad de recoger los frutos de los olivos que hay en distintos puntos del casco urbano de manera gratuita.

Una familia recoge las olivas de los árboles del Centro Joven de Binéfar en 2022.
Una familia recoge las olivas de los árboles del Centro Joven de Binéfar en 2022.
Ayto. Binéfar

El precio del aceite de oliva está por las nubes y cualquier aportación que se haga para el consumo doméstico de este producto es bien recibida. Como cada año, el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Binéfar ha dado la oportunidad a cualquier vecino del municipio de solicitar la recogida de aceitunas de los árboles municipales, situados en calles, plaza y parques.

Esta campaña comenzó en 2009, aunque entonces no obtuvo gran respuesta por parte de los binefarenses. Pero el ofrecimiento iba en serio y en los años siguientes la gente se fue animando a participar en la recolección urbana. Las solicitudes empezaron a ser más numerosas. Entonces había 25 árboles, número que se ha duplicado.

Las peticiones para varear los olivos de las calles y plazas de Binéfar oscilan entre las cuatro y las seis cada temporada. Según indicaron desde el Ayuntamiento, tampoco se pueden dar más permisos porque son 50 árboles, que están repartidos por todo el caso urbano. El conjunto más importante se encuentra en el aparcamiento del cementerio municipal, donde hay 17 ejemplares.

Si hay más de un peticionario, los espacios donde pueden cosecharse las olivas se designan por orden de preferencia de los solicitantes.

Se estima que pueden recolectarse alrededor de 100 kilos de aceitunas, que si se molturan darían para obtener unos 15 litros de aceite. La mayoría de las personas que recoge los frutos los utilizan para el consumo directo una vez endulzadas las olivas (tratadas para que pierdan el amargor) y quienes ya tienen olivos suman lo que han recolectado a su propia cosecha para aceite.

El objetivo del Ayuntamiento de Binéfar con esta iniciativa es que se pueda hacer un aprovechamiento de un recurso municipal, a coste cero para el solicitante. Al mismo tiempo, se consigue que los frutos no ensucien las aceras cuando caen por maduración.

La inscripción se abrió este año el 16 de octubre y el plazo se cerró el viernes. De momento, se han recibido dos solicitudes para hacer la recolección. La distribución del número de árboles y del lugar de recogida, es muy flexible y suele adaptarse a la petición de los interesados. Este año se han pedido los olivos de dos zonas concretas, que no son todos los que hay.

No obstante, si no hay más peticiones el Ayuntamiento puede ofrecer el recoger las olivas de los árboles que no se han pedido y, generalmente, los solicitantes lo aceptan. La recolección es gratuita y no requiere, generalmente, el uso de escaleras ni de máquinas para llevarla a cabo, ya que los olivos son de poco porte.

El vareo

Los vecinos que cogen los frutos de los árboles municipales utilizan uno de los métodos manuales más conocidos y empleados, que es el del vareo. Consiste en colocar una malla o tela grande a pie del olivo. Con una vara o palo de madera largo (según la altura de cada persona), se dan golpes sobre las ramas del arbusto, aunque hoy se utilizan pértigas de fibra de vidrio. Esto hace que las aceitunas maduras vayan cayendo. Para no dañar el olivo existen unas formas concretas de dar estos golpes.

Aragón, con más de 100 almazaras repartidas por las tres provincias, cuenta con dos denominaciones de origen (DOP Aceite Bajo Aragón y DOP Aceite de la Sierra del Moncayo) y dedica al cultivo del olivo casi 45.000 hectáreas. En un año normal, produce más de 17.000 toneladas de aceite de oliva. La aragonesa es la sexta comunidad en producción de aceite, por detrás de Andalucía, Castilla La Mancha, Extremadura, Comunidad Valenciana y Cataluña.

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